La victoria de
Mathieu van der Poel en la
Copa del Mundo de Ciclocross en Hulst será más recordada por el lamentable escupitaje que el campeón del mundo le lanzó a un espectador del público que por el propio triunfo en sí.
En la última vuelta, van der Poel iba tan adelantado que pudo hacer prácticamente lo que quiso en las últimas curvas. Con este lujo, el campeón del mundo decidió apartarse a un lado de la pista, junto a las barreras de los aficionados, y escupir como un loco a un grupo de espectadores.
Comprensiblemente, esta acción fue un tema candente en su entrevista posterior a la carrera. "Ya durante el calentamiento estaban abucheando. Entonces es mejor quedarse en casa. Ya estoy harto de los abucheos", explica, aunque no detalla exactamente lo que se dijo. "Es mejor que se lo preguntes tú mismo. No voy a repetirlo. No eran cosas propias del deporte, los abucheos no son apropiados para nadie. Después de un rato fue suficiente, también para mí".
"Pero nunca es fácil ganar. Siempre es una hora a todo gas en un cross", prosigue van der Poel, deseoso de volver a centrarse en su dominante victoria por delante de Joris Nieuwenhuis y Lars van der Haar. "Iba a rueda, pero cometía demasiados errores, porque no veía las líneas correctas. He adelantado para rodar a mi ritmo. Es una sucesión de partes duras. Esa parte de escalada en particular me hace daño en las piernas".