El ciclismo ha sido una presencia constante en los
Juegos Olímpicos desde sus primeras ediciones. El ciclismo en pista debutó en 1896, mientras que el ciclismo en ruta regresó en 1936, tras una pausa de cuarenta años desde su aparición inicial. Desde entonces, el mountain bike se incorporó en 2012 y disciplinas más recientes como el BMX ya han encontrado su lugar en el programa olímpico.
Sin embargo, una modalidad emblemática del invierno europeo, el ciclocross, sigue siendo una gran ausente. Eso podría cambiar pronto: la UCI estudia seriamente su inclusión en los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030, previstos en los Alpes franceses. El principal impulsor de esta propuesta es David Lappartient, presidente de la UCI, que deberá ahora convencer al COI y a las federaciones de deportes invernales.
El impulso del COI y una ventana de oportunidad
La recién nombrada presidenta del Comité Olímpico Internacional (COI), Kirsty Coventry, ha prometido revisar el programa olímpico de invierno, abriendo la puerta a nuevas disciplinas. La decisión final sobre la inclusión de deportes como el ciclocross se tomará en febrero de 2026, durante la sesión previa a los Juegos Olímpicos de Milán-Cortina.
Entre los defensores de la idea está el presidente de World Athletics, Sebastian Coe, quien ha abogado también por la inclusión del campo a través. En declaraciones al
The Guardian, Coe se mostró optimista:
“Creo que hay buenas opciones de que ocurra”, afirmó. “Y creo que llega en el momento oportuno, porque Kirsty está claramente dispuesta a pensar de forma diferente sobre el programa, sobre lo que puede salir del estadio y sobre esa mezcla entre invierno y verano.”
Coe y Lappartient comparten una visión común: ampliar el alcance de los Juegos de Invierno con disciplinas que, aunque no se disputen directamente sobre nieve o hielo, tienen una profunda tradición invernal y atraen a nuevas audiencias globales.
Las federaciones de deportes de invierno, en contra
No todos comparten ese entusiasmo. En un comunicado emitido el miércoles, las Federaciones Olímpicas de Invierno —que agrupan a organismos como los de esquí, biatlón y bobsleigh— expresaron una firme oposición a la idea.
“Mantenemos firmemente que ese enfoque diluiría la marca, el legado y la identidad que hacen únicos a los Juegos Olímpicos de Invierno: una celebración de deportes practicados sobre nieve y hielo, con una cultura, atletas y escenarios de competición propios”, señalaba el comunicado, citado por
Associated Press.
El ciclocross podría entrar en los Juegos Olímpicos 2030
El presidente de la Federación Internacional de Bobsleigh y Skeleton, Ivo Ferriani, fue aún más directo: “La innovación del COI debería centrarse en la evolución de los deportes de invierno existentes para atraer a una participación y audiencias más amplias.”
Las federaciones calificaron la propuesta de “fragmentaria”, argumentando que rompería la coherencia del programa olímpico de invierno.
Un obstáculo clave: la Carta Olímpica
Más allá del debate cultural o mediático, la propuesta enfrenta un problema jurídico: la Carta Olímpica establece claramente que “solo los deportes que se practican sobre nieve o hielo se consideran deportes de invierno”.
Por tanto, la inclusión del ciclocross o del campo a través requeriría una enmienda formal del documento, un proceso complejo que demanda consenso entre múltiples comités nacionales y federaciones internacionales.
En septiembre, Sebastian Coe confirmó que ya había mantenido conversaciones con David Lappartient sobre el tema, aunque ambos reconocen las limitaciones actuales.
“David está por la labor. Yo también”, declaró Coe. “Obviamente, con el COI tendría que haber una modificación de la Carta, porque debe ser con nieve y hielo, y no ha habido una abundancia evidente de eso recientemente. Pero es, en esencia, un deporte de invierno, y el campo a través tendría más sentido en invierno.”