Tom Pidcock, el actual campeón del mundo de ciclocross, es muy parecido a su rival de toda la vida, Eli Iserbyt, en lo que respecta a la estatura. El contraste es muy grande si se compara con
Wout van Aert y
Mathieu van der Poel, que comienzan su temporada de CX con la vista puesta en los Campeonatos del Mundo, y el británico teme que la diferencia de peso pueda dificultar sus posibilidades en algunas carreras.
"No tengo el peso ni la misma potencia que Mathieu y Wout. Es difícil ganarles en carreras como ésta", dijo Pidcock a De Leiderstriu antes de la Copa del Mundo de Amberes, donde el Campeón del Mundo tendrá que enfrentarse a los corredores que se han hecho con el maillot arco iris antes que él. Será el debut de van Aert en el ciclocross esta temporada, y la primera batalla entre los tres.
Mientras que Pidcock ha demostrado ser un especialista en los cruces accidentados y embarrados, en las carreras más llanas hay más equilibrio cuando se trata de él y del resto del campo, a menudo también en pistas que favorecen la afición de Eli Iserbyt y Laurens Sweeck.
Aunque el ciclocross no es diferente del ciclismo de carretera, en el que pueden ganar corredores de todas las tallas, Pidcock cree que eso tiene un precio en la disciplina off-road. "También voy a trasladar el enfoque a la carretera. No obstante, seguiré intentándolo y el maillot arco iris me ayudará un poco", continuó.
El entrenador de Pidcock, Kurt Bogaerts, ha dicho que "tiene más potencia absoluta, lo que viene bien en el barro y en la arena. Tom es un peso ligero, no está lejos de su peso en el Tour, 58 kg".
El británico debutó en la temporada hace dos fines de semana y estuvo muy cerca de su victoria inicial en Overijse, donde terminó segundo tras varias caídas y problemas mecánicos, pero se ha llevado la victoria en el Cross Urbano de Kortrijk este pasado sábado. Estaba en camino de conseguir un segundo puesto en Hulst detrás de Mathieu van der Poel, pero ha sufrido una mecánica dentro de la última vuelta que le hizo abandonar la carrera.