La última victoria de
Mathieu van der Poel en la Copa del Mundo de ciclocross de Koksijde fue contundente, pero también calculada.
El campeón del mundo se marchó en solitario tras unos 25 minutos en el icónico circuito de arena y firmó otro triunfo cómodo, aunque su reacción posterior dejó claro que no se trataba de vaciarse desde la primera vuelta. “Tampoco necesito ir a tope de principio a fin en cada cross, especialmente con la secuencia de carreras que viene”, dijo Van der Poel
en una entrevista con Sporza.
Control antes que compromiso
Koksijde lleva mucho tiempo siendo una de las plazas favoritas de Van der Poel, y competir con el maillot arcoíris solo aumentó la satisfacción. “Lo he disfrutado mucho. Es una de mis carreras favoritas del calendario de ciclocross y ahora lo es aún más”, afirmó. “Son días para atesorar”.
A diferencia de su ataque temprano y agresivo en Amberes, Van der Poel esperó más antes de lanzar la aceleración definitiva. Fue una decisión consciente en un circuito que premia tanto la precisión y el timing como la fuerza bruta.
“También tienes que pensar en todo lo que aún está por venir”, explicó. “En un circuito como el de hoy, es un poco más fácil marcar diferencias, sobre todo si cuentas con unas cuantas secciones de arena favorables”.
Mathieu van der Poel, ganador de la Copa del Mundo de Koksijde 2025
Arena, timing y confianza
Aunque Koksijde sigue siendo sinónimo de arena profunda, Van der Poel señaló que el recorrido exigía adaptación más que repetición. “Como dije antes, las secciones de arena también eran diferentes hoy”, comentó. “Estoy contento con mi técnica en la arena”.
Reservándose algo y golpeando con decisión cuando tocaba, Van der Poel reforzó un patrón ya familiar este invierno. No solo está ganando carreras, también las gestiona, equilibrando dominio y contención mientras el calendario de ciclocross se densifica.
Otra victoria al zurrón y otro recordatorio de que Van der Poel corre con las piernas y la cabeza perfectamente sincronizadas.