El día del cumpleaños de su madre no podía perder su invicto, y
Mathieu van der Poel consiguió una brillante victoria en solitario en el
Exact Cross Loenhout de la forma típica, ya esperada, dominante, a pesar de las condiciones increíblemente embarradas que tuvo la carrera.
Felipe Orts, tras una de las mejores carreras de su vida, acabó tercero.
En un comienzo desastroso para muchos, alrededor de la mitad del pelotón se vio envuelto en una caída casi nada más comenzar la carrera. Una vez calmada la polvareda, como era de esperar, Mathieu van der Poel pasó a primer plano. Sin embargo, esta vez no lo tuvo todo de cara, al menos al principio.
Al atacar al final de la tercera vuelta, van der Poel se hizo rápidamente con una gran ventaja. En la penúltima vuelta, el campeón del mundo lo tenía muy fácil, con un trío perseguidor formado por Felipe Orts, Ryan Kamp y
Gianni Vermeersch a unos 40 segundos.
Con la victoria de van der Poel asegurada, la batalla por el resto del podio fue feroz. Finalmente, Vermeersch se hizo con la segunda plaza y Orts con la tercera.