La salida de
Primoz Roglic del
Visma - Lease a Bike era cuestión de tiempo. El esloveno admite que ha conseguido casi todo lo que podía con el equipo, y que habría buscado un nuevo reto aunque hubiera ganado la
Vuelta a España, que terminó llevándose su compañero Sepp Kuss.
"Porque es mi responsabilidad ganar carreras. Por otra parte, no se trataba sólo de mí, sino también del equipo. Y nadie se lo merece más que Sepp", declaró Roglic a AD. "Unos años antes les enseñé todo a Jonas y Sepp, que seguían admirándome y ahora eran los números 1 y 2 para mí. Hicimos historia y yo formé parte de ella. Pero aunque hubiera ganado la Vuelta, me habría marchado. Simplemente tengo más oportunidades en otros sitios para conseguir aquello por lo que sigo luchando. Pero si no vuelve a llegar el momento, no me arrepiento".
El corredor de 34 años ha ganado el Giro de Italia y la Vuelta a España, y actualmente tiene como claro objetivo ganar el Tour de Francia. Sin embargo, con Jonas Vingegaard mostrando unas habilidades superiores para la escalada y centrándose de nuevo en el Tour de Francia la próxima temporada -y posiblemente en otras-, no se sabe cuándo tendrá Roglic la gran oportunidad de liderar un equipo e intentar ese objetivo. De ahí que decidiera marcharse a otro equipo, y encontrara un bloque fuerte en el
BORA - hansgrohe, donde formó parte del traspaso más importante y costoso del invierno.
Sin embargo, su salida del equipo neerlandés no fue en malos términos, "más bien de forma natural", cree. "He conseguido lo máximo que podía con Jumbo. Llegó un punto en el que tuve que marcharme. Eso no quita lo feliz que fui en el podio de Madrid. Ojalá sea aún más feliz en futuras fotos y con otro maillot".