La
Copa del Mundo de Ciclocross comienza hoy en Waterloo, dando el pistoletazo de salida a la temporada. Sin embargo,
Michel Wuyts cree que la ausencia de
Mathieu van der Poel y
Wout van Aert puede ser importante.
"El ciclocross vive de la gracia de estos duelos", dice Wuyts en una conversación con HLN, como anticipo del próximo invierno. "El artista contra el pendenciero. Así fue con De Vlaeminck y Van Damme. Así fue en los duelos Nys-Wellens. Guerra tribal por doquier, casi siempre las masas enloquecidas. Todo el invierno".
Sin embargo, la triste realidad es que, aunque la Copa del Mundo comienza en Waterloo, la falta de estrellas hace que el interés no esté al nivel que podría o debería estar. A menos que sea a partir de diciembre y hasta bien entrado enero, cuando los grandes jugadores tomen posesión de sus cargos. Van der Poel contra el favorito del público, Van Aert. Donde empiezan, los números se duplican. En el estadio, en casa frente al televisor y en la mesa de pago", explica Wuyts. "En diciembre, los dos grandes. Con el imprevisible Tom Pidcock de vez en cuando como pitbull de turno. Entonces el culebrón es agradable. Ahí lo tienen, la fuerza y la debilidad de la cruz combinadas".
Con su ausencia, ¿quiénes son los corredores a tener en cuenta? "¿Por qué no debería Thibau Nys aspirar a una victoria en, digamos, Ruddervoorde o Maasmechelen? Sobre todo después de su victoria en Beringen", sugiere. "También deberíamos vigilar a Pim Ronhaar, Kevin Kuhn, Emiel Verstrynge, Joran Wyseure y Cameron Mason. Pero no demos por sentado que los jóvenes acorralarán inmediatamente a Sweeck y compañía. Puede que pasen algunos años antes de que dejen de lado al todavía joven Iserbyt, de sólo 25 años. Sólo con Van der Poel, Van Aert y Pidcock no se tardó nada".