Mathieu van der Poel consiguió su quinta victoria en siete días, y la segunda en menos de 16 horas (ganó este jueves por la noche en el Superprestige) el viernes por la tarde en
Exact Cross de Loenhout. Las carreras se sucederán en los próximos días, por lo que las celebraciones quedarán aplazadas por el sueño.
"Ha sido un cross de barro a la antigua usanza. Me gusta hacerlo", reflexiona el campeón del mundo en su entrevista posterior a la carrera, tras haber logrado una cómoda victoria pocas horas después de otra victoria la noche anterior en Diegem.
Terminando por delante de su compañero de equipo
Gianni Vermeersch, el dúo del
Alpecin-Deceuninck realizó una carrera casi perfecta. Fue bueno que Gianni volviera. Aun así, quería escaparme", explica van der Poel. "Tienes menos control en las ruedas. Entonces no puedes ver claramente por dónde vas. Cuando me puse en cabeza en solitario, pude hacer lo mío y las cosas fueron mejor".
A pesar de su gran momento de forma, van der Poel no está de humor para celebraciones. "Voy a comer tranquilamente y a darme un masaje. Después, a la cama. Tengo que dormir un poco después de lo de ayer", dice riendo.