En Loenhout,
Gianni Vermeersch fue el perseguidor más cercano de su compañero de equipo Mathieu van der Poel. Vermeersch, de 31 años, se aseguró su primer podio en cross desde Otegem en 2020.
"Cruzar es sobre todo un método para mantenerme ocupado en invierno", dice Vermeersch después. "No es que tenga mucha ambición, ni que empiece con un objetivo concreto. Pero cuando estás en la salida, también intentas sacar el máximo partido. El año pasado me esforcé por estar entre los 15 primeros, este año por subir al podio. Es una buena promesa".
Vermeersch adoptó un enfoque diferente. "Sigo entrenándome casi siempre en la carretera, pero ya he asistido tres o cuatro veces al entrenamiento de los miércoles del equipo. Eso está dando sus frutos. El año pasado no lo hice en absoluto, y entonces me di cuenta de que técnicamente era un desastre. Mientras que desde el primer cross en Herentals ya sentí que estoy técnicamente mucho mejor que entonces. La condición también es muy buena".
El belga ya tiene claros sus objetivos en el camino. "Tengo mucha ambición. El año pasado fue una primavera muy bonita con el equipo, esperamos volver a conseguirlo. Pero espero que también con un resultado para mí. Corro para Mathieu en la mayoría de las carreras, pero no en todas. Quizá pueda aprovechar alguna oportunidad".