La primavera de
Wout van Aert continúa dejándole cerca, muy cerca… pero sin la recompensa definitiva. Este domingo, en la
Amstel Gold Race 2025, el belga del
Visma - Lease a Bike volvió a demostrar su regularidad y su combatividad, pero se quedó una vez más fuera del podio. Fue cuarto, ganando el esprint del grupo perseguidor, tras haberse perdido el movimiento clave de la jornada.
El momento decisivo llegó a unos 40 kilómetros de la meta, cuando
Tadej Pogacar lanzó un ataque en solitario que parecía, una vez más, sentenciar la carrera. Pero lo que parecía una escapada imparable fue, poco a poco, neutralizada gracias al esfuerzo conjunto de Mattias Skjelmose y Remco Evenepoel, quienes terminaron dándole alcance y se jugaron entre ellos la victoria. Van Aert, mientras tanto, veía cómo se le escapaba el tren ganador.
“Nos acercamos porque los de delante empezaron a vigilarse”, explicó tras la meta en declaraciones a VTM Nieuws. “Pero dejamos escapar una gran oportunidad cuando Remco atacó. Fue un error de juicio. Podría —y debería— haber estado ahí. Cuando Pogacar hizo su movimiento, pensé que se había ido. Quizá no creí lo suficiente”.
La autocrítica fue clara y directa, como suele ser habitual en el corredor flamenco. A pesar de todo, Van Aert no se marchó con las manos vacías en términos de sensaciones. La carrera de este domingo no fue una derrota amarga, sino una lección más en una primavera que, aunque sin victorias, lo ha mantenido constantemente entre los mejores.
“Sigue siendo una buena forma de cerrar la primavera”, reflexionó con serenidad. “Estoy contento con mi estado de forma. Aun así, este resultado escuece un poco. Y aunque suene extraño, el titular de hoy es: A Pogacar se le puede ganar”.