Tras un mes de descanso,
Wout van Aert ha vuelto a subirse a la bicicleta. Y si atendemos a su última publicación en
Strava, el belga ha iniciado silenciosamente su preparación para la nueva temporada de
ciclocross. El corredor del Team
Visma - Lease a Bike completó el martes por la mañana 107 kilómetros por la campiña flamenca, en lo que fue su primera salida desde la Super 8 Classic, disputada el pasado 20 de septiembre.
La actividad, titulada “Krampachtig” (“Acalambrado”), marcó el fin oficial de su periodo de descanso y el comienzo de un nuevo bloque de entrenamiento. Para sus seguidores, fue una señal tranquilizadora: uno de los ciclistas más completos y carismáticos del pelotón está de regreso.
Durante las últimas semanas, Van Aert había permanecido prácticamente ausente de las redes y de las plataformas de entrenamiento. Apenas se le había visto en una carrera a pie de 10 kilómetros y en algunas fotos relajadas desde Roma, en pleno descanso familiar. Pero la llegada del otoño y la reaparición de sus salidas regulares en Strava son un indicio inequívoco: el modo ciclocross está activado.
El ciclista de 31 años ya ha confirmado que planea volver al ciclocross antes que la pasada temporada, cuando debutó recién el 27 de diciembre en el Loenhout Azencross. Aunque su calendario exacto aún no se ha revelado, todo apunta a un inicio en diciembre, coincidiendo con las primeras Copas del Mundo o con las clásicas pruebas festivas belgas, como Mol o Heusden-Zolder.
Ese regreso anticipado podría significar también el reenfrentamiento con Mathieu van der Poel, su eterno rival y compañero de generación. Ambos han definido una era en el ciclocross: los tres títulos mundiales de Van Aert (2016-2018) frente a los siete del neerlandés, un contraste de estilos que ha marcado una de las rivalidades más intensas y admiradas del ciclismo moderno.
El ciclocross como base del éxito en carretera
Aunque su prioridad sigue siendo la carretera, donde en 2025 recuperó el nivel tras una primavera complicada, Van Aert siempre ha reconocido que el ciclocross es una parte esencial de su preparación.
Las breves pero exigentes campañas invernales le permiten afinar su potencia explosiva, técnica y resistencia, cualidades que luego traslada a las clásicas de primavera. “El barro me da ritmo, reflejos y agresividad. Es mi mejor entrenamiento para los Monumentos”, ha dicho en más de una ocasión.
Cada invierno, su enfoque es meticuloso: bloques intensos y cortos de competición, diseñados para llegar en plenitud a las grandes citas de la carretera. Sea que este invierno le depare un nuevo intento por recuperar las franjas arcoíris o simplemente sirva como puesta a punto para 2026, su primera ruta de 100 kilómetros simboliza algo claro:
los instintos competitivos de Wout van Aert nunca duermen.
Wout van Aert se prepara para una nueva temporada de ciclocross