Wout van Aert llega a la Paris-Roubaix como uno de los favoritos antes de la carrera. Si el belga sale victorioso en el Infierno del Norte, van Aert ha revelado que lo habrá hecho en honor a su antiguo compañero de equipo Michael Goolaerts, tristemente fallecido en la
París-Roubaix de 2018.
"Lo último que quiero es que Michael sea olvidado", dice van Aert a HLN. "Si gano Roubaix, definitivamente tengo la intención de hacerlo. Para mí sólo hay dos personas a las que pertenecen las flores de la victoria... Staf y Marianne, los padres de Michael. Espero que funcione. Hay un gesto de victoria en honor a Michael en mi cabeza. Sé que no debería decir esto, pero si gano, prefiero llegar a la meta solo y no tras un sprint, para tener tiempo en los últimos metros de pensar en Michael".
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Jumbo-Visma revela que todavía piensa a menudo en Goolaerts. "Al no hablar de ciertas cosas, creo que el problema no existe o al menos se elude", dice van Aert. "Sin embargo, me doy cuenta de que estoy haciendo un flaco favor a la familia de Michael al no hablar de ello".
Subcampeón el año pasado en los adoquines franceses, van Aert aún no ha saboreado el éxito en la París-Roubaix, algo que está deseando cambiar. "Me resulta especialmente frustrante que después de esa primera Roubaix pensara: 'Voy a utilizar lo que le pasó a Michael como motivación extra para ganar aquí algún día y no tardaré mucho'", dice. "Bueno, al año siguiente me caí tres veces, luego se aplazó por COVID-19... Nunca he pasado por el Bos van Wallers sin una avería material. Por ahora, ese recorrido está maldito para mí. No ha durado ni una edición, así que no he podido mostrar el homenaje a Michael que tengo en la cabeza desde hace mucho tiempo. Eso me corroe de alguna manera".