Joao Almeida fue el primer corredor en atacar en el Monte Bondone. El portugués se marchó en solitario y Primoz Roglic y Geraint Thomas no se movieron. Fue Sepp Kuss, gregario del esloveno en el Jumbo-Visma, el que se puso a controlar al portugués.
La distencia del corredor del UAE era de unos 10 metros con respecto a sus perseguidores cuando llegaron las rampas más duras a 5 km de meta. Thomas vio que Roglic sufría y se unió a Almeida en cabeza. Ambos empezaron a tirar y el 3 veces ganador de la Vuelta se quedó sin opciones bajo la lluvia.