Victoria de Quinn Simmons tras un ataque en el último km en una etapa completamente loca por el tiempo. Juan Ayuso afrontará la última etapa con 1 segundo de ventaja con Primoz Roglic. Tremendo lo que vamos a vivir en Montjuic.
Día muy complicado para la Volta a Catalunya que celebraba en teoría su etapa reina y que desde ayer, por culpa de los fuertes vientos, fue viendo como esa etapa reina iba poco a poco desapareciendo.
Primero se eliminaba un puerto y esta mañana otro hasta que se anunciaba (tarde y mal, por cierto) que iban a darse dos vueltas a un circuito alrededor de Berga.
La cosa no acababa ahí. Y es que la primera de las dos vueltas de 70 kilómetros era neutralizada. Es decir, los ciclistas las recorrían detrás del coche de la organización sin disputar esos kilómetros. Se iba a decidir al terminar la primera de las vueltas si se realizaba la segunda compitiendo.
En medio de la larguísima vuelta neutralizada los ciclistas empezaron a quejarse a la organización pidiendo reanudar la carrera. Primoz Roglic fue el primero y después Marc Soler, Juanpe López (que se quejó gritando que iban a llegar a Barcelona a las 10 de la noche) y Omar Fraile.
La presión de los ciclistas para no llegar tarde a meta teniendo en cuenta que la etapa del domingo es de mañana (acaba a la 1 por el Barça-Girona) hizo que la organización suprimiera la segunda vuelta de 70 km al circuito y se viviera una mini-etapa de 25 km.
En esos únicos km reales de etapa Carlos Verona atacó y formó un grupo junto a Rochas, Uriarte y Van den Broek que tuvo algunos segundos y dio un poco de vidilla antes de la volata final.
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