La clasificación de la
UCI ha acaparado gran parte de la atención esta temporada con la lucha por los ascensos y descensos. Sin embargo, la clasificación podría aún asestar nuevos golpes a algunos equipos en los próximos años si se llega a aceptar la propuesta actual.
En junio pasado se abrió un debate en el Consejo de Ciclismo Profesional (PCC) que ha propuesto el establecimiento de ciertos criterios según los cuales los equipos podrían recibir las invitaciones a las Grandes Vueltas. De este modo, sólo los equipos del Top50 serían elegibles para 2023, el Top40 para 2024 y el Top30 para 2025. Esto limitaría a los equipos de los países a correr, como es el ejemplo del Burgos-BH y el Euskaltel-Euskadi, que quedarían excluidos de la disputa de la Vuelta a España.
En futuras temporadas esto también podría perjudicar a otros equipos tanto en el Giro de Italia como en el Tour de Francia, ya que sólo 10 equipos podrían solicitar invitaciones (suponiendo que se aceptaran los 18 equipos WorldTour y las 2 invitaciones automáticas ProTeam). Naturalmente, la noticia no cayó bien a todos los equipos, que lanzaron una contrapropuesta.
Según informa Relevo, ésta incluía la ampliación del pelotón del Grand Tour de 176 a 200 corredores, lo que permitiría que tres equipos más recibieran invitaciones, dando un paso atrás en la moderna decisión de acortar el tamaño del pelotón. También se ha argumentado que esto sería perjudicial para muchos equipos que no han tenido en cuenta la clasificación hasta ahora. La decisión final se conocerá a finales del mes en curso.