La tarde del martes 6 de febrero quedará marcada en la memoria de un grupo de ciclistas que recorrían el camino Cortijo Campanillas, en Málaga, cuando se toparon con un descubrimiento inusual: una serpiente boa constrictor imperator de considerables dimensiones, aparentemente abandonada entre la maleza cercana.
Según informaron desde Europa Press, el asombro no se hizo esperar ante la presencia imponente de este reptil, que se encontraba entre la vía y unos cipreses, sumido en un estado de letargo. Rápidamente, conscientes del peligro potencial y la necesidad de asistencia profesional, los ciclistas contactaron con las autoridades locales a través de la Jefatura de Policía de Barrio Distrito Campanillas.
La rápida respuesta de la Policía Local de Málaga fue crucial. Una vez en el lugar, los agentes confirmaron la presencia del reptil y, con la colaboración de un ciudadano experto en control de plagas, procedieron a su captura y aseguramiento en una caja de cartón para evitar cualquier fuga.
Trasladada a las instalaciones policiales, la serpiente fue evaluada por el Grupo de Protección de la Naturaleza (Gruprona) del Cuerpo policial. La inspección reveló que se trataba de una boa constrictor hembra, alcanzando una longitud impresionante de 2,30 metros, con posibilidad de crecimiento adicional.
El destino de este ejemplar de la fauna exótica no quedó en el olvido. El Centro de Protección Animal Municipal de Málaga (Cepam) se convirtió en su nuevo hogar provisional, desde donde se están coordinando los esfuerzos para su traslado a un refugio especializado en especies exóticas, que ha mostrado interés en acogerla.