Tadej Pogacar es un corredor que vale para todo. El esloveno lleva una racha increíble de éxitos en las clásicas de primavera, con su tercera victoria consecutiva en la
Flecha Valona. De momento parece casi imbatible, pero en la
Lieja-Bastoña-Lieja tendrá un reto difícil. Habla de sus posibilidades y de su futuro en Paris-Roubaix.
"El año pasado, en la Flecha Valona, por ejemplo, tenía una forma parecida a la de ahora. Ese año ni siquiera acabé entre los diez primeros. Eso demuestra lo mucho que hay que pagar por los pequeños errores en esta subida", dijo Pogacar a un grupo de periodistas tras el final de la Flecha Valona. "Cuando llegas a la parte empinada y ya estás lleno de lactato, no puedes esprintar en los últimos cien metros. Tienes que encontrarte en una buena posición para poder acelerar a izquierda o derecha. El único consejo que puedo dar para el Mur de Huy es guardar todas las fuerzas posibles para la parte más empinada alrededor de la chicane".
Sin embargo, el
UAE Team Emirates corrió muy fuerte, con George Bennett, Diego Ulissi y Marc Hirschi cubriendo los ataques, marcando un ritmo alto y colocándose en la subida final en condiciones ideales, después de que el equipo trabajara durante casi todo el día. Pogacar se situó en cabeza del pelotón cuando el Mur de Huy se empinó, y a partir de ahí pudo marcar la diferencia.
"Creo que nuestro equipo ha hecho una carrera perfecta. Sí, quizás fue inesperado que pudiéramos ejercer tal control. Fue tan bueno, tan genial", aprecia. "El trabajo realmente dedicado de todos y eso me dio un gran impulso y mucha motivación para ir a por la victoria. Hoy les debo mucho a mis compañeros de equipo".
Era el hombre a batir en la carrera a pesar de no haber rendido al máximo nivel en el pasado, pero en una carrera que cada año termina en un sprint esta condición no perjudicó sus posibilidades. "No, creo que ese papel me ha ayudado en este recorrido más que perjudicarme. Creo que el resto del pelotón ha estado mirando a mi espalda. Eso nos ha dado un poco más de espacio para movernos con libertad en la parte delantera del grupo y situarnos en una buena posición", explica. "Así que creo que ha sido bueno ser uno de los principales contendientes hoy".
Ahora, tras ganar la Flecha y la Amstel Gold Race, tiene la oportunidad de igualar a Davide Rebellin y Philippe Gilbert en la hazaña histórica de ganar las tres clásicas de las Ardenas en el mismo año. "No conozco muy bien las estadísticas. Sólo hago lo mío. Sería fantástico ganar las tres. Lieja es la más importante de estas tres clásicas, el domingo", prosigue el esloveno. "Será difícil ganar este monumento. Aunque sin duda correremos para ganar. El equipo está supermotivado y todos son superfuertes".
"El año pasado tuve unas piernas magníficas en el Tour de Flandes, pero aun así sólo acabé cuarto. Este año he intentado hacerlo todo a la perfección y he procurado estar bien delante en los lugares esenciales. Aunque también debo decir que he tenido mucha suerte durante seis horas y media, en las que la mala suerte no me ha echado para atrás. Este año todo va bien en Flandes, la Amstel y ahora aquí en la Flecha Valona. Puedo estar agradecido por ello".
Dos veces ganador de La Doyenne, Pogacar sabe qué hacer para hacerse con la victoria. Sus dotes de escalador son actualmente casi inigualables, pero en un final en grupo su sprint también podría resultar victorioso. Prácticamente no tiene ningún punto débil por el momento, y el defensor del título, Remco Evenepoel, está considerado como su principal objetivo y el único corredor que en un día normal puede vencerle de forma realista.
Como prospera en las carreras de un día y se convierte en un posible ganador de los cinco monumentos, un debut en la
París-Roubaix parece cuestión de tiempo. Se le preguntó al respecto una vez más, respondiendo: "Creo que algún día tengo que correr la París-Roubaix. Sólo por diversión y para intentarlo. Pero por ahora seguiré centrándome en las competiciones en las que he demostrado que me desenvuelvo bien".