Silvan Dillier fue en sus mejores tiempos un fuerte clasicómano que estuvo a punto de ganar la París-Roubaix y lideró al AG2R en las clásicas adoquinadas. Fue fichado en 2021 para formar parte del bloque de
Alpecin-Deceuninck en estas carreras con el objetivo de ayudar lo máximo posible a la gran estrella del equipo,
Mathieu van der Poel.
"En Alpecin-Deceuninck ha surgido una buena cultura en ese ámbito, en parte gracias a los jefes de equipo", afirma Dillier en una entrevista concedida a la revista RIDE. "Controlan el equilibrio entre emoción y razón. También suelen eliminar la negatividad, si ya existe después de una carrera fallida. No es el fin del mundo. Siempre hay una próxima carrera. En eso es en lo que este equipo es realmente bueno. Por eso hablamos sobre todo de otras cosas en el autobús después de una carrera, más que de puntos de mejora".
El corredor suizo se unió a Alpecin en 2021 y desde entonces ha formado parte de varias victorias en monumentos. Este año volverá a estar allí junto a van der Poel, pero también corredores muy fuertes como Jasper Philipsen, Kaden Groves y Soren Kragh Andersen, que buscarán cada uno resultados en un colectivo que ha demostrado ser muy impresionante.
"Aunque no gane, suele hacer la ceremonia del podio. Me resulta difícil decir que está mejor que nunca. Mathieu sólo la lió en Benidorm. ¿Pero que esta primavera será tan aburrida y previsible como el cross invernal? No, los demás corredores tampoco se quedan quietos. Espero un nivel altísimo y carreras maravillosas de nuevo".
El corredor de 33 años será gregario de van der Poel y Philipsen en la Milán-San Remo este sábado, donde el equipo buscará su primera victoria en un monumento de la temporada. Puede que lo consigan, y Dillier está contento con el colectivo que le rodea: "Y para ser sincero, correr con Mathieu es casi como un privilegio. Lo veo como una oportunidad de correr en un equipo con uno de los talentos del siglo y sobre todo no contra él".
"Me da una motivación extra que Van der Poel sea nuestro líder. Si tienes a alguien en el equipo que tiene un gran potencial para ganar una carrera, te da un tipo de moral diferente que cuando sabes que el quinto puesto es lo máximo posible. Veo esa sensación y este trabajo como un privilegio", concluyó.