El auge de
Isaac Del Toro a finales de temporada no solo ha servido para engrosar su palmarés, sino que ha mostrado una imagen temprana de cómo podría ser el futuro del ciclismo.
A lo largo y ancho de Italia, y más allá, su aceleración fulminante ha empezado a moldear las carreras a su voluntad, generando una conversación que ya trasciende lo inmediato.
Los debates sobre traspasos, superequipos y cómo vencer a Tadej Pogacar tienen ahora un nuevo punto de gravedad: el joven prodigio mexicano.
Esa fue la idea central del último análisis de Spencer Martin y
Johan Bruyneel, quienes utilizaron la racha triunfal de Del Toro como prisma para analizar la profundidad del equipo UAE Team Emirates, la inflación del talento y la lógica incierta de ciertos movimientos en el mercado.
Todo comienza con los números.
“Número 95 para UAE, 95 victorias este año”, señalaban los analistas.
“Parece que fue ayer cuando hablábamos de si superarían las 85, el récord de HTC High Road”. En un instante, uno entiende la magnitud del dominio, y en el siguiente, su techo deportivo:
“Probablemente no lleguen a 100, pero vaya temporada para UAE”.
A esa cifra monumental se suma el arco individual de Del Toro, que ha transformado la conversación: ya no se trata de contar triunfos, sino de imaginar futuros.
“En estas carreras, es tan explosivo… cuando va y Pogacar no está, es difícil para cualquiera seguirle”.
De Italia al mundo: la pegada que todo lo cambia
Esa potencia desbordante ha convertido las carreras italianas de segunda fila en auténticos trampolines hacia una ambición mayor.
Los analistas lo subrayan:
“Esas carreras en Italia son duras, es extremadamente difícil ganarlas”. Si un corredor logra encadenar varios triunfos en ese escenario, el listón de las comparaciones sube rápido.
Y una frase lo resume con claridad:
“Es mejor corredor de un día que Pogacar a la misma edad”. La pregunta inevitable surge: ¿cómo crece un fenómeno dentro de un equipo que ya alberga al ciclista más dominante del planeta? La discusión se dividió en dos visiones opuestas, ambas con sentido, ambas reveladoras del equilibrio delicado dentro de UAE Team Emirates.
Por un lado: “Es probable que empecemos a ver a un Isaac Del Toro realmente ambicioso que quizá tenga que buscar otro equipo si Pogacar está allí”. Por el otro: “Si es listo, se queda con Pogacar, espera a que se retire y entonces es el hombre”. Cualquiera de los dos caminos tiene precedentes históricos, y ninguno es sencillo dentro de un equipo que acumula talento, recursos y objetivos globales.
Tadej Pogacar sigue siendo el líder del UAE
El mercado en ebullición y la inflación del talento
A esta tensión interna se suma el contexto externo: un mercado de fichajes más inflado que nunca.
“Si las cifras son ciertas, es demasiado. Es exagerado”, admiten. El ejemplo más citado es el de Remco Evenepoel: “Si es cierto que pagaron 7 millones de euros por Remco a falta de un año, la Navidad llegó antes para Soudal. Eso son 11 millones de euros de operaciones netas en un año. Enorme”.
En resumen, los movimientos que hoy tranquilizan a los patrocinadores reconfiguran presupuestos, estructuras y expectativas del mañana.
O como lo sintetizaron Martin y Bruyneel: “Es un gran riesgo, una enorme inversión”. Mientras tanto, el ciclismo profesional sigue moviendo sus piezas.
La saga de fusiones que ha marcado el calendario otoñal no es un simple rumor: determinará dónde competirán decenas de ciclistas en 2026. “Se van a fusionar. Han presentado una solicitud oficial a la UCI. Intermarché ha terminado”. El tono de resignación deja entrever lo que todos saben: “No es sencillo. Aún quedan muchas negociaciones por hacer”. El mapa de equipos y contratos sigue reescribiéndose.
Incluso el programa de Pogacar entró en debate.
Hablar del Giro, de Roubaix o de cómo repartir liderazgos genera titulares, pero los analistas recordaron que el calendario siempre empieza con el cuaderno en blanco. “No he visto nada de que vaya a hacer el Giro. Saltarse Roubaix no está confirmado, pero les gustaría que no lo hiciera”.
Sin embargo, la jerarquía del esloveno en el equipo es absoluta: “Pueden pedirle que no lo haga, pero si quiere, lo hará”. Y la clave que lo explica todo: “Creo que es demasiado pronto; todo el mundo espera las rutas del Gran Tour. Pero puedo garantizarte que Pogacar ya tiene en su poder el recorrido del Tour de Francia”.
Volviendo al mexicano, la lectura es clara: no se trata solo de una racha de otoño, sino del inicio de un desafío multitemporada para todo el pelotón. La frase más directa sobre él lo dice todo: “16 victorias para un ciclista así. Imagínate si todavía mejora y se hace un poco más fuerte, lo que vamos a ver el año que viene”.
Y la advertencia final, que resonará en los autobuses de los equipos rivales durante la planificación invernal: “Si esta progresión se mantiene a partir del próximo año, se está convirtiendo en un gran problema para muchos corredores en las Grandes Vueltas”.