“Se reían de él en el equipo y yo no podía soportarlo”: José De Cauwer y el bulling a una leyenda del ciclismo

El ex ciclista belga y actual comentarista de Sporza José de Cauwer ha recordado su estrecha relación con Hennie Kuiper. Fueron compañeros durante seis temporadas (1975-1980), un periodo en el que ambos cosecharon grandes éxitos, especialmente Kuiper.

De Cauwer describió cómo se forjó su vínculo pese a sus caracteres muy distintos, o quizá precisamente por ellos. “Yo siempre quería hacerlo todo lo más rápido posible; Hennie quería hacerlo todo lo más tiempo posible. Normalmente eso no funciona, pero con nosotros sí”, afirmó en declaraciones recopiladas por Wieler Revue.

Compartir habitación también hizo que De Cauwer percibiera cómo trataban a Kuiper dentro del equipo. Kuiper, que tartamudeaba, era objeto de burlas en ocasiones. “Se reían de él en el equipo y yo no lo soportaba. Los otros neerlandeses del equipo lo saben. Os aseguro que hay que apretarse el cinturón cuando estás en un equipo con gente de La Haya, Róterdam y Ámsterdam.”

En lo deportivo, De Cauwer nunca dudó del motor de Kuiper. “En los entrenamientos, Hennie simplemente seguía rodando, aunque no podía competir realmente muy rápido. Le dije a Hennie que debía hacerse valer más. Pese a haber sido campeón olímpico en 1972, aún no se reflejaba del todo. En los entrenamientos veía que tenía mucho potencial, pero Hennie aún no sabía correr.”

De Cauwer subrayó que su influencia en Kuiper fue sobre todo en profesionalidad, especialmente en cuidados y preparación, puntos que no eran sus fuertes. Eso le ayudó a proclamarse campeón del mundo en 1975.

“Realmente lo hicimos todo”, dijo De Cauwer sobre su preparación para los Mundiales. En la víspera de la carrera, Kuiper lo llamó para preguntarle qué podía esperar con realismo. “Hennie me llamó la noche antes del Mundial y me preguntó por sus expectativas. Le dije que un top cinco sería fantástico. Hennie nunca presumía, pero respondió: ‘Si puedo entrar en el top cinco, puedo ganar’.”

Y Kuiper tenía razón, porque acabaría proclamándose campeón del mundo, por delante de corredores como Eddy Merckx y Roger de Vlaeminck. Aquella victoria ha estado acompañada por relatos sobre rivalidades internas en el pelotón, como la supuesta negativa de Lucien Van Impe a colaborar con de Vlaeminck para cerrar el hueco que había abierto Kuiper.

Sin embargo, a Kuiper no le agrada demasiado esa anécdota, según De Cauwer. “Le resta brillo a su actuación.”