Entre todos los corredores que hablaron en el media day de
Lidl-Trek este viernes por la tarde, el más joven fue
Albert Philipsen. Con 19 años, el danés es una enorme promesa del ciclismo. Especialista multidisciplinar, Philipsen aspira a crecer hasta el nivel de algunos de sus ídolos como
Tadej Pogacar y
Mathieu van der Poel. CyclingUpToDate y otros medios conversaron con el danés para conocer sus sensaciones.
Hay razones de peso para creer en ese potencial: en 2023 fue campeón del mundo junior de BTT y de ruta, y además sumó el título nacional danés de ciclocross. Un talento así no aparece a menudo, y Lidl-Trek se aseguró su firma de inmediato, llevándolo al WorldTour con apenas 18 años.
No hubo un proceso lento de adaptación ante los grandes. De salida, ganó la clasificación juvenil en el Tour Down Under;
fue 25.º en la durísima Strade Bianche; conquistó la París-Roubaix sub-23; terminó sexto en
Eschborn-Frankfurt; y cerró la temporada con podios de nivel en Tre Valli Varesine (junto a Tadej Pogacar y Julian Alaphilippe) y París-Tours.
El equipo puede esperar mucho del danés, otro más que refuerza una plantilla repleta de talento. Pero gestionar a un corredor así no es sencillo, sobre todo cuando hay que tomar decisiones duras que obligan a renunciar a algunos objetivos o grandes carreras.
Debutaste como profesional en 2025 con grandes resultados y, además, en terrenos muy distintos. ¿Qué tipo de corredor eres?
No creo que quiera especificar qué tipo de corredor soy por ahora. Disfruto mucho pudiendo hacer un poco de todo: un poco de clásicas, carreras de montaña, adoquines, gravel, un poco de todo. Creo que es muy interesante y bueno para mi desarrollo. De momento corro todos estos tipos de pruebas, y me gusta ser un todoterreno; en el futuro ya podré concretar un poco más.
Fue solo mi primer año y, ojalá, tengo una carrera larga por delante, así que no veo razón para precipitar nada ni tomar decisiones rápidas. Iré paso a paso.
¿Cuál ha sido la más divertida hasta ahora? ¿Qué es lo que más te gusta?
Diría que las duras, las de “sufrir”. Algo como Strade, la disfruté muchísimo. Creo que eso es lo que más me gusta cuando compito.
Albert Philipsen, estrella joven del equipo Lidl-Trek de cara a 2026
Pero podría pasar que, por ejemplo, en unos años te convenga más correr vueltas y acabes siendo un vueltómano, ¿por ejemplo?
Sí, seguro. Quizá me desarrolle en esa dirección dentro de unos años, ya veremos. Y quizá luego vuelva a las clásicas y solo quiera hacer las más exigentes.
¿Qué planes tienes para la próxima temporada? ¿Qué tipos de carreras te gustaría correr?
Seguro que sumaré más experiencia en las clásicas de primavera. Creo que estaré en el bloque de las clásicas de adoquines al inicio del año, principalmente para ayudar y ganar experiencia. Y el resto de la temporada haré algo parecido a este año, con distintos terrenos y tipos de carreras.
¿Así que sin Flandes o Roubaix en mente?
Aún es un poco incierto. Existe la opción de que quizá sea posible hacer la Vuelta, pero no hay decisión ahora mismo. Es algo que el equipo y yo tendremos que valorar más adelante en el año para ver si estoy listo.
Supongo que ayudarás a Mads en las clásicas. ¿Qué puedes aprender de él? Porque es uno de los mejores clasicómanos del mundo.
Creo que hay muchísimo que aprender de Mads. Como has dicho, es uno de los mejores clasicómanos del pelotón. Tiene mucha presencia y una enorme experiencia. Diría que no hay límite a las cosas que puedo aprender de él.
La gente habla de ti desde que tenías 16 años. ¿Cómo te acostumbraste tan joven? La mayoría no inspira atención hasta los 21 o 22, y tú lidiabas con eso aún en el colegio. ¿Cómo fue asumir que la gente te conocía y esperaba que ganaras?
Claro que era un mundo del ciclismo distinto al que no me había enfrentado, pero creo que desde bastante joven ya me ponía mucha presión a mí mismo. Así que la presión externa no fue una gran sorpresa. Diría que me acostumbré bastante rápido a gestionarla.
¿Cómo era en el colegio, cuando para tus amigos eras solo Albert pero había 10.000 personas que te conocían?
Es un poco raro, de alguna manera. Pero todos seguimos siendo humanos y yo sigo siendo la misma persona que era antes. Cuando nadie sabía mi nombre.
¿Hay algún corredor del equipo con el que convivas más o al que acudas para pedir consejo?
Diría sin duda que Mads es a quien recurro si necesito consejo en algo. Es un gran líder y tiene un equilibrio muy bueno en cómo gestiona el mundo del ciclismo. Es un buen ejemplo de a lo que me gustaría parecerme en el futuro.
La parte más íntima de Albert Philipsen
A veces entrevistas a “superdiablos” como tú a tu edad: “quiero ser campeón del mundo, quiero ganar tal día”. Tú pareces más modesto. ¿Es parte de tu forma de ser o no te gusta hablar en grande? Prefiero demostrarlo en carrera antes que hablarlo en entrevistas. Y no tengo ninguna prisa. Quizá firme un gran resultado el año que viene, quizá tarde tres años más. Si sigo con mi desarrollo, los resultados llegarán.
¿Qué coméis ahora en Dinamarca? Porque tenéis grandes estrellas danesas. Antes, cuando eran buenos en junior y sub-23, ahí estaba el límite. Pero en la última década parece que hay algo en el suelo danés que no para de sacar talento.
Creo que es sobre todo porque hay tantos corredores rápidos en Dinamarca que nos hacemos mejores entre nosotros. El nivel es altísimo desde muy jóvenes. Y la competencia es tremenda. Eso empuja a todos a subir el listón. Y así siempre vas un poco por delante del resto.
También tienes ese enfoque multidisciplinar. Pensando en el futuro, con todos los terrenos y la ruta, ¿ves posible, como hace Pidcock, combinar todas esas disciplinas?
Sí, sin duda. Diría que, al menos en los próximos años, me gustaría compaginar carretera y BTT. Ya no hago ciclocross, pero esas dos sí quiero combinar. Sueño con ir a los Juegos Olímpicos en BTT en 2028. Con el equipo estamos trazando una hoja de ruta hasta entonces entre ambas disciplinas. Luego reevaluaremos. De momento disfruto con las dos. Si llega un punto en que ya no me divierte, dejaré la BTT y me centraré solo en la carretera.
Porque la carretera es el futuro.
Seguro, la carretera es mi disciplina principal. Es donde quiero ser el mejor en el futuro.
¿Cómo empezó tu interés por el ciclismo? ¿Cómo fue todo?
Empecé con la BTT a los cinco años, porque mi hermano empezó. Hice BTT hasta los 14-15, cuando tuve mi primera bici de carretera. No pensaba hacer mucho en ruta, la usaba para entrenar. Con 17 corrí algunas pruebas en carretera, sin pensarlo demasiado. Fue cuando gané el Mundial junior cuando decidí centrarme más en la ruta.
¿Venía de una familia ciclista tradicional o algo así?
Mi padre montaba un poco, tanto en BTT como en carretera. Pero no a nivel profesional ni nada. Aun así, diría que sí éramos una familia ciclista, porque la mayoría montábamos en bici.
Hablabas de la presión. Eres muy joven y de repente subes al podio con Pogacar (Tre Valli Varesine, ed.). ¿Esa experiencia te hizo sentir más presión al lograr grandes resultados entre los mejores del mundo?
No lo creo. No cambia tanto. Puede que haya más expectativas desde fuera, pero no me pongo más presión por haber logrado esos resultados al final de la temporada. Fue un gran chute de confianza y algo que me llevaré al año que viene. Será muy bueno para mi manera de correr haber alcanzado esos objetivos y disputado esos finales, pero no siento que suponga una diferencia enorme en la presión.
¿Qué te parece que el mundo del ciclismo te llame supertalento con solo 19 años?
No me afecta. No leo todas las entrevistas que salen sobre mí. Intento ser yo mismo y no pensar tanto en lo que los demás quieren que sea, sino en lo que yo quiero ser.
Hablamos hace poco con Paul Seixas. Nos dijo: “Disfruté mucho esas batallas con Albert en las categorías anteriores y le veo como un posible rival en las Grandes Vueltas más adelante”. ¿Cómo comentas que te vea así?
Sí, Paul y yo tuvimos batallas muy bonitas en junior. Era muy, muy fuerte y un gran rival. Creo que este año tomamos caminos algo distintos. Él evolucionó más hacia el GC y yo más hacia las clásicas, pero seguro que nos cruzaremos varias veces en los próximos años y será un buen duelo.
Philipsen disputó Strade Bianche en su primer año como profesional. @Sirotti
Sonríes al recordarlo, así que hay buenos recuerdos.
Fue un rival súper agradable de tener. Creo que todas las batallas fueron muy limpias y me cae bien como persona. Es un buen tipo. Ganaba el más fuerte y eso me gusta.
Con el orden establecido que tenemos ahora en el ciclismo con Pogacar, Van der Poel y los grandes nombres, ¿qué te hace falta para intentar llegar a ese nivel? ¿Qué necesitas en los próximos años para desarrollarte? Muchos piensan que puedes hacerlo. ¿Qué crees que necesitas para convertirte con el tiempo en el referente?
Ojalá estar entre esos nombres en el futuro. Quizá en dos años, quizá en cinco. Necesito paciencia y no precipitarme. Ver cómo evoluciona mi desarrollo y construir desde ahí.
El ciclismo para Philipsen
Todos esos corredores también han ofrecido grandes batallas para los aficionados en los últimos años. El ciclismo es muy divertido de ver. ¿Es algo que también quieres lograr como profesional? ¿O quieres dar espectáculo a los fans para que la comunidad ciclista siga disfrutando con las carreras?
Por supuesto, creo que el ciclismo es mucho más entretenido cuando existen grandes rivalidades. Sin duda es algo que me gustaría, en el futuro, devolver al deporte. De niño, al ver ciclismo, era una pasada seguir esas batallas. Sería muy bonito poder crearlas.
¿Qué duelo recuerdas en concreto?
Sabía que tocaría esta, pero no recuerdo uno específicamente.
¿Hay una carrera que… Si me preguntas, la Amstel Gold Race 2019, fue un desenlace que nadie esperaba?
Sinceramente, no, porque cuando era más joven no veía tanto ciclismo en ruta. Miraba más mountain bike. No es que pueda señalar muchas carreras locas que haya visto. Ha sido más en los últimos años cuando realmente he seguido más la ruta.
¿Tuviste ídolos en el mountain bike o en la carretera?
Creo que Nino Schurter fue el ídolo en mountain bike. Para mí, ha sido el corredor más grande y el mejor que ha habido. Y, por supuesto, hay corredores actuales a los que sigo, como Mathieu [van der Poel], Pogi (Tadej Pogacar, ed.) o alguien así. Es, sin duda, a lo que aspiro en el futuro.
Mathieu tiene muchas dificultades ahora mismo con el mountain bike. No rinde como le gustaría. ¿Crees que aún es posible combinar ambas disciplinas en el futuro? ¿Quieres hacerlo?
Creo que es posible, pero exige más energía que hace cinco años. Es más difícil. Todo está más optimizado en el mountain bike. El nivel es tan alto que es ingenuo pensar que puedes subirte a la bici y rendir. También es un error que yo cometí este año: no dedicar el esfuerzo suficiente para rendir de verdad. Eso acabó en lesiones, caídas o en hacer alguna tontería. Creo que sigue siendo posible, pero necesitas trabajo específico. Hay que trazar un plan inteligente sobre cómo hacerlo.
Por ejemplo, el próximo año en el World Championships. ¿Quieres correr en mountain bike? ¿Tienes ambición ahí?
La verdad, no lo sé. No lo creo.
Si quisieras hacerlo, tendrías que reservar tiempo, como un mes, para centrarte solo en el mountain bike.
Eso aumentaría claramente las opciones de lograr un buen resultado. Creo que el próximo año haré probablemente solo algunas World Cups, quizá algunas carreras nacionales si tengo tiempo. Y lo haré para mantener el feeling con la disciplina y con la bici. Y luego, en 2027, quizá pueda ir al World Championships si encaja en mi programa. En 2028, a ver si es posible ir a los Juegos Olímpicos.
Mathieu siempre dice que el ajuste de la bici de carretera a la de montaña es lo más difícil para él. ¿Puedes explicar por qué?
En el mountain bike hay muchísima técnica. Todos van tan rápido ahora que no basta con ser el más fuerte y esperar ganar. Puedes perder la carrera por no ser lo suficientemente técnico. Coincido en que el cambio de la ruta al mountain bike es bastante duro. También cambia mucho el tipo de esfuerzo. Es hora y media a tope, muy anaeróbico. Es como hacer un minuto a fondo y tratar de recuperar bajando un descenso súper técnico. Si no puedes combinar ambas cosas, es imposible progresar.
El año pasado empezaste en el Tour Down Under, ¿cómo será tu programa? Sabemos que harás más clásicas, tipo clásicas urbanas. ¿Cuál es tu programa para el primer mes?
Aún no está confirmado al 100%, pero seguro que no voy a Australia este año ni el siguiente. Creo que empezaré la temporada bastante pronto, quizá a finales de enero o principios de febrero. En Mallorca.
¿Y también el Opening Weekend?
Sí.
En verano pareció que ajustaste cosas para mejorar tanto en otoño. ¿Qué hiciste en verano para dar un paso más?
Es difícil decir qué marcó la gran diferencia. Sinceramente, creo que el mayor cambio fue por fin tener algo más de tiempo. Para relajarme, entrenar y ganar consistencia en lo que hacía. El salto de junior a WorldTour es enorme y genera mucho estrés. Además, con los viajes y más carreras. Me ponía enfermo a menudo tras las grandes citas. Al final de temporada por fin me sentía más cómodo en este nuevo entorno. Y también más confiado que antes. Ese fue probablemente el mayor cambio de la primera parte del año al final.