Tras unos años complicados, el equipo DSM ha visto renacer a
Romain Bardet. El francés se ha centrado en diferentes carreras, con un nuevo bloque a sus espaldas. En el Giro de Italia de este año todo parecía haber encajado, ya que estaba luchando por la maglia rosa, hasta que llegó la desgracia.
"Creo que ha sido una temporada consistente. Las cosas se me escaparon un poco de las manos a partir de mayo y mi retirada del Giro", dijo Bardet en una entrevista a Eurosport Francia. "Al final, ha sido buena, muy buena en algunos momentos, pero sin tener la chispa que podría haber tenido si las cosas hubieran ido como las habíamos imaginado en mayo", dijo.
Bardet abandonó el Giro en la decimotercera etapa por problemas estomacales. Tras ganar el Tour de los Alpes el mes anterior y mostrar un gran estado de forma en la primera semana del Giro, se encontraba en cuarta posición cuando abandonó, a sólo unos segundos del liderato. Su abandono fue una sorpresa tanto para los espectadores como para el equipo.
"No me siento muy cómodo hablando de ello, he puesto un límite", dijo Bardet sobre su decepción. "No tiene sentido tratar de escribir la secuela de algo que no ha ocurrido, pero yo estaba en condiciones óptimas para hacer una gran carrera. Todo estaba ahí, listo para salir".
Regresó en verano a tiempo para correr el Tour de Francia, donde terminó en una sólida sexta posición con algunas actuaciones fuertes en la montaña. "A nivel deportivo, fue una temporada muy buena. Ahora bien, siempre hay que evaluar contra la competencia. Creo que estuve presente cada vez que se me esperaba, pero en las grandes carreras, excepto en mayo, siempre había dos o tres corredores por encima del pelotón. Es difícil brillar en estas condiciones y también es lo que ocurre con el ciclismo actual", dijo.
2023 promete ser otro buen año para el corredor de 31 años, que seguirá siendo el líder absoluto del equipo neerlandés. "Físicamente, quiero aprovechar todas las habilidades que he adquirido. Estaré atento a las oportunidades para ponerme en las mismas condiciones que antes del Giro este año".
"No digo que no haya oportunidades, pero antes del Giro son seis meses de trabajo. Necesito cosas así para avanzar y ser realmente bueno en lo que hago. La arquitectura va a seguir siendo la misma porque siento que tengo los fundamentos para llegar allí. Voy a orientar mis grandes vueltas en función de los recorridos y de mis cualidades", concluyó.