Sin sorpresas. No escuchamos a
Richard Plugge (el jefazo de Visma - Lease a Bike) quejarse de las caídas producidas en la París-Roubaix, tampoco de lo sucedido a
Wout van Aert en A través de Flandes. Son pruebas organizadas por sus colegas de
ASO y
Flanders Classics. Sin embargo, ahora que la caída se ha producido en la
Itzulia, parece que todo se hace mal y está "enfadado".
"Sí, estoy triste, pero también enfadado. Porque llevamos hablando de seguridad en la carrera desde 2020", explica a HLN Plugge, que también es el impulsor de SafeR, una organización que hace recomendaciones de seguridad dentro del ciclismo. "Nuestros planes están listos. Pero simplemente no sucede. Tenemos una responsabilidad con nuestros ciclistas. Con todos los equipos. Estas caídas también afectan al deporte. La organización está preparada. Podemos ir. Vamos. ¿Qué demonios nos impide empezar?".
Mientras van Aert se estrellaba duramente en la Dwars Door Vlaanderen, rompiéndose la clavícula y las costillas en un choque masivo,
Jonas Vingegaard era trasladado en ambulancia desde la Itzulia tras ser introducido en camilla en la parte trasera del vehículo de emergencia mientras recibía oxígeno en una situación aterradora
"Las caídas graves se producen con demasiada frecuencia. Eso es evidente. Aunque parezca una locura, los ciclistas deben ser capaces de caer con seguridad", concluye Plugge. "Las cosas son cada vez más rápidas y la profesionalidad de los equipos va en aumento. Hay organizadores, como ASO y Flanders Classic, que evolucionan a la par. Pero también hay organizadores que no pueden seguir el ritmo. Tenemos que ayudarles. Hoy en día, un piloto de Fórmula 1 puede chocar sin peligro. Sin duda hay maneras de que esto también se pueda hacer en el ciclismo. Todo el mundo tiene que pensar en cómo resolver ese problema".