La trágica noticia de la muerte de
Melissa Hoskins ha conmocionado al mundo del ciclismo en los últimos días, sobre todo por la forma en la que ocurrió. Más que la esposa de
Rohan Dennis, que se enfrentará a un juicio tras ser acusado de su merte, Hoskins era una ciclista de gran talento por derecho propio.
"Melissa, madre, hija y esposa, fue también una campeona ciclista que nos emocionó e inspiró con sus exquisitas habilidades en la pista y en la carretera", ha rendido homenaje Marne Fechner, Directora General de AusCycling, en un comunicado hecho público a la prensa tras conocerse la noticia del fallecimiento de Hoskins. "Melissa empezó su carrera de ciclista de competición con sólo 16 años, y cuando se retiró, a los 25, había demostrado al mundo que era una atleta de una destreza poco común".
Estrella australiana del ciclismo en pista, Hoskins compitió tanto en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 como en los de Río 2016 y, aunque se quedó fuera de las medallas en ambos juegos, consiguió alzarse con el título de campeona del mundo de persecución por equipos en 2015.
"Melissa describió su medalla de oro en persecución por equipos en el Mundial de Ciclismo en Pista de la UCI de 2015 como lo más destacado de su carrera, pero para el resto de nosotros, lo más destacado fue simplemente tenerla cerca", dijo Fechner. "Mi más sentido pésame a la familia de Melissa, a sus amigos y a sus antiguos compañeros de equipo".
Hoskins se casó con Rohan Dennis en 2018 y la pareja tuvo dos hijos juntos. Aunque las circunstancias que rodearon la muerte de Hoskins siguen siendo bastante turbias en el momento de escribir estas líneas, Dennis ha sido detenido y acusado de causar la muerte por conducción peligrosa.