A lo largo de su extensa carrera en el WorldTour,
Vincenzo Nibali trabajó con un gran número de directores deportivos. Desde figuras tempranas como Franceschi hasta líderes experimentados como Ferretti, Martinelli y Amadio, todos desempeñaron un papel clave en el éxito de Nibali.
Apoyándose en esa experiencia, al reciente ganador de Giro, Tour y Vuelta le preguntaron hace poco
en una entrevista con bici.pro si cuatro profesionales recién retirados que aspiran a convertirse en directores deportivos —Brambilla, Visconti, Gavazzi y De Marchi— tienen lo necesario para ser buenos gestores.
Nibali comenzó con Alessandro De Marchi, quien anunció recientemente su retirada tras 16 años en el pelotón profesional. “De Marchi era uno de esos corredores que se metía en la fuga todo el día. Un trabajador incansable, pero en cierto sentido también un visionario”, afirmó.
“Como corredor tenía una gran tenacidad, un luchador nato. A veces hablaba poco; otras, se hacía oír con una voz firme y decisiva y con palabras que te hacían pensar. Pasaba de un extremo a otro, así que habrá que ver si ese contraste también aflora cuando sea director deportivo.”
Esa capacidad para decidir bajo presión, añadió Nibali, será decisiva para los cuatro. “Habrá que ver si pueden ser más fríos a la hora de tomar decisiones rápidas. Lo mismo vale para los demás. Como Brambilla, por ejemplo.”
Nibali conoce bien a Gianluca Brambilla, con quien compartió equipo (fueron compañeros en Trek - Segafredo en 2020 y 2021) y habitación. “Sé cómo razona. Es reflexivo, pero sin pasarse, y siempre ha encontrado soluciones con rapidez. Podría ser un director que desde el coche dé indicaciones muy rápidas y lea de inmediato lo que está ocurriendo en carrera.”
Vincenzo Nibali ganó la etapa reina del Giro de Italia 2013, celebrando su triunfo en un nevado Tre Cime di Lavaredo
El instinto de Gavazzi y la pasión de Visconti
Mientras tanto, Francesco Gavazzi también recibió elogios por su inteligencia táctica. “Gavazzi tiene la ventaja de ser bastante rápido, así que cuando entraba en las fugas, rara vez se equivocaba. En mi opinión, tiene la capacidad de convertirse en un excelente director deportivo.”
Giovanni Visconti, en cambio, destaca por una característica diferente. “Visconti es un poco más sanguíneo”, explicó Nibali. “Es tan temperamental como yo, viene del sur, así que es más impulsivo, pero también escucha muy bien. En mi opinión, si Giovanni se sienta y escucha lo que dicen sus corredores, puede convertir eso en una gran herramienta para ser un excelente director deportivo.”
El ciclismo ha evolucionado mucho, y hoy ser director deportivo implica mucho más que dar instrucciones por radio a los corredores. “Es cierto que hoy no se trata solo de subirse al coche y hablar por la radio. Hay muchas otras cosas a las que prestar atención.”
“El aspecto organizativo, pero también leer mapas, saber usar Veloviewer, explicar la etapa, hacer la planificación. El director deportivo de la vieja escuela, que solía pasar por las habitaciones del hotel, ha desaparecido en los últimos años. Las comunicaciones ahora llegan por correo electrónico, así que es un rol diferente. Pero los cuatro tienen lo necesario para ser muy buenos.”
Por qué el propio Nibali no sería director
Pese a su visión, Nibali no se ve en ese rol. “Probablemente no sería capaz de ser director deportivo”, admitió. “Yo razonaba en función de lo que sentía en las piernas. Tenía motor, aceleraba y me iba. Si no tienes ese motor, debes gestionar la fatiga de otro modo. Hay que leer la carrera y atacar en momentos muy precisos. Yo podía permitirme atacar de lejos.”
Nibali de hecho ha completado un curso de entrenador, aunque más por crecimiento personal que para ejercer. “Hice el curso de primer nivel, quería hacer también el segundo, pero luego la vida familiar tomó el relevo y lo dejé. Lo hice porque es muy formativo. Me ayudó a entender la importancia del aspecto psicológico, el enfoque de las carreras, la reglamentación y la composición del convoy.”
Por ahora, concluyó, convertirse en director deportivo no es una prioridad, aunque deja una pequeña puerta abierta. “Nunca pensé en ser director deportivo, porque siempre estás en movimiento. No es tanto una cuestión de ganas como del tipo de trabajo. No es una prioridad para mí ahora mismo. Alguien pensó que podría ser seleccionador nacional, y quizá eso pueda ocurrir en un futuro muy lejano, no ahora.”