Primoz Roglic mantuvo una gran batalla con
Remco Evenepoel en la Vuelta a España del año pasado, que terminó prematuramente a causa de una caída. Una vez más, su duelo en las Grandes Vueltas ha terminado antes de lo previsto tras el abandono del segundo en el
Giro de Italia por COVID-19, y al esloveno no le gusta demasiado la situación.
"No se lo desearía a nadie. Lo repito una y otra vez: acabamos de empezar este Giro y pasarán muchas cosas. No tengo ninguna duda de que Remco volverá pronto. Estará súper fuerte, ya ha tenido contratiempos peores", dijo Roglic en una entrevista a Sporza.
A pesar de que el diagnóstico de COVID-19 de Evenepoel fue todo un shock para la mayor parte del pelotón, en última instancia es positivo para las aspiraciones del esloveno de conseguir su primera victoria en el Giro de Italia. Sin embargo, sabe que ahora tiene que competir con el INEOS Grenadiers, que tiene a Geraint Thomas y Tao Geoghegan Hart primero y tercero en la clasificación general.
"Eso cambiará el rumbo, pero no si quiero ganar. Tengo que centrarme en mí mismo y mantenerme sano", continuó el corredor del
Jumbo-Visma. "¿Me preocupa? Ya era difícil aparecer aquí con ocho de nosotros en la salida. Intentamos tenerlo todo bajo control, pero también hace falta suerte".
El Jumbo-Visma se vio afectado por el coronavirus los días previos a la carrera, pero desde entonces se ha mantenido a salvo mientras muchos equipos sufren bajas por infecciones. Roglic entra en la segunda semana en segunda posición a sólo 2 segundos de Geraint Thomas. Los principales favoritos entran ahora en la segunda semana casi empatados a tiempo, y Roglic comprende el reto que les espera.
"A partir de ahora, cada etapa es clave. Y ya no necesito hablar de la última semana. ¿Cuáles son mis opciones tácticas? Sólo necesito tener las mejores piernas. Entonces todo es posible. Estaré satisfecho en Roma cuando lo haya aprovechado al máximo", concluye. "El sábado sí que cogí segundos por primera vez y no perdí tiempo. Hasta aquí todo bien".