Primoz Roglic se presentó ayer en la presentación del equipo
Red Bull - BORA - hansgrohe con una sonrisa en la cara, buena forma y mucha motivación para ganar el
Tour de Francia. Con los nuevos colores del equipo, el esloveno admite que tiene rivales que actualmente son superiores, pero se ha centrado en prepararse lo mejor posible para la próxima edición de la Grand Boucle, donde busca vengar la mala suerte de los últimos años.
"Estoy disfrutando. Pero también tengo que decir que no estamos entre los favoritos del equipo. Competimos contra grandes campeones. Pero mis compañeros han demostrado en las últimas carreras que son fuertes", dijo Roglic en una entrevista con Wielerflits. El esloveno no participó el año pasado en el Tour; abandonó en 2021 y 2022 por caídas y en la última vez que la completó, acabó segundo por detrás de Tadej Pogacar en 2020 tras perder el maillot amarillo en la contrarreloj final.
Desde entonces, ha ganado la Vuelta a España en varias ocasiones y finalmente también el Giro de Italia el año pasado. Ahora ha hecho el cambio y, desde su fichaje, estaba plenamente centrado en el Tour de Francia exclusivamente. Se enfrentará de nuevo a Pogacar y a un UAE Team Emirates muy fuerte, pero también a su antiguo equipo, el Team Visma - Lease a Bike, que está aquí respaldando a Jonas Vingegaard.
"Ha ganado las dos últimas ediciones. Para mí sería genial añadir el Tour a mi palmarés, porque aún me falta. Pero tengo que decir que no pienso mucho en mis competidores", responde Roglic cuando se le pregunta por Vingegaard. "Con un nuevo equipo y nuevos compañeros, tenemos bastante trabajo que hacer nosotros mismos. Tenemos que afinarnos, poner a cada uno en el lugar adecuado para hacer el trabajo correcto. Eso es lo que me preocupa principalmente, para que podamos rendir mejor juntos".
Roglic realizó una gran temporada el año pasado, pero para ganar el Tour buscó el liderato en solitario. En Red Bull - BORA - hansgrohe lo encontró, pero también un equipo lo suficientemente fuerte como para que pueda soñar con la victoria en el Tour. "Lo que dices es verdad. Todavía me siento como si tuviera veinte años, jaja. Estoy contento. Cada oportunidad que tienes en tu vida", continúa. "En primer lugar, estar aquí, estar en la salida el sábado, ya es algo. La verdad es que no me preocupan este tipo de cuestiones. Pero es cierto que incluso cambié de equipo, para tener realmente la oportunidad de ir a por la victoria en el Tour".
"Pero aun así: al final del día, cuando me miro a mí mismo y si gano el Tour o no, el año que viene habrá una nueva edición. Y el año siguiente también. Pero sigue siendo el día y la noche. Mi familia y yo no cambiaremos por ello. Los hechos están sobre la mesa. Simplemente soy feliz. No quiero poder culparme de nada. Si pones todo de tu parte y doy lo mejor de mí, puedo vivir con ello. Tanto si es el último Tour que hago, como si hago diez más. Mientras lo disfrute, seguiré haciéndolo", asegura.
El esloveno parece estar en un buen momento personal y profesional, mostrando un equilibrio entre sus ambiciones deportivas y su felicidad personal. Con un nuevo equipo y una mentalidad renovada, Roglic está listo para enfrentar los desafíos que el Tour de Francia le tiene preparados. Aunque es consciente de la calidad de sus rivales, su enfoque está en trabajar en equipo y maximizar el rendimiento colectivo, una estrategia que podría ser clave para alcanzar la tan ansiada victoria en la Grand Boucle. Con su experiencia y motivación, Primoz Roglic promete ser uno de los protagonistas de la próxima edición del Tour de Francia, llevando consigo la esperanza y el esfuerzo de su nuevo equipo, Red Bull - BORA - hansgrohe