Jumbo-Visma ha tenido otra actuación demoledora en la
Vuelta a España,
Jonas Vingegaard estuvo por encima del resto en la llegada a la cima de la etapa 16, pero el tiempo que ganó a
Sepp Kuss y
Primoz Roglic fue discutido por algunos como una ruptura de las tácticas de equipo. Roglic deja eso atrás.
"Ha sido una etapa rápida, corta y bonita", declaró Roglic al final del día. Vingegaard atacó en los primeros kilómetros de la subida y consiguió una gran diferencia, de más de un minuto, en los 4,9 kilómetros de ascenso. Una ventaja que probablemente no sería igualada por nadie que estuviese rodando a su mejor nivel, pero, en particular, la diferencia se incrementó en gran medida debido al estancamiento que siguió en el grupo de la general.
Con el UAE Team Emirates atacando con Finn Fisher-Black y luego sin ayudar a Juan Ayuso limitando las pérdidas, el Movistar sin corredores a los que perseguir y otros equipos lanzando ataques, la diferencia se disparó hasta el minuto muy rápidamente. Primoz Roglic y Sepp Kuss no persiguieron a su compañero de equipo al principio y siguieron las ruedas. Finalmente, Roglic sí atacó entrando en el último kilómetro, lo que provocó algunas escisiones, pero no tuvo piernas para aprovecharlo y terminó junto a los otros principales favoritos de la etapa, ganando unos segundos al estadounidense.
Sin embargo, el tiempo ganado por Vingegaard hace que el esloveno caiga al tercer puesto y que el ganador del Tour de Francia se acerque mucho al maillot rojo, con dos etapas de montaña masivas por delante. No está claro cuál será la táctica en Jumbo-Visma y si se intentará conservar el liderato de Sepp Kuss en la carrera. El Angliru será posiblemente decisivo a la hora de decidir la victoria en la general. Preguntado si en Bejes ése era el plan, Roglic respondió: "Ganamos, ¿no?".