Primoz Roglic ha ganado hoy la quinta etapa de la Tirreno Adriatico en la subida más larga de la carrera. Ha sido una victoria dramática en la que ha conseguido rendir a un gran nivel y colocarse en cabeza de carrera.
Después de ganar la llegada en cuesta a Tortoreto se había hecho evidente que había recuperado su buena forma, pero la larga subida de hoy era un reto diferente. Sin embargo, Roglic la superó con buena nota. Aunque no pudo seguir los ataques al final de la subida, el fuerte viento fue muy perjudicial para los atacantes y los corredores de la general acabaron esprintando hasta la línea de meta.
"Sí, era mucho más pesado que ayer. Todavía estoy remontando. Kelderman me ayudó en la subida y al final también se aseguró de que tuviera la oportunidad de esprintar", relata el esloveno. Tras imponerse a Giulio Ciccone y Tao Geoghegan Hart en el sprint final, demostró una vez más su valía y explosividad, al tiempo que saltaba al liderato de la carrera al sumar 10 segundos más a su cuenta.
"Es una auténtica locura. Ha sido un día muy duro. El viento era muy intenso. También hacía mucho frío, así que tuve que ponerme muchas capas. También era peligroso a veces en los descensos. Creo que también somos la única carrera que ha terminado hoy", concluyó Roglic. Ahora aventaja a Lennard Kämna en 4 segundos, pero tiene a 16 corredores en 1 minuto a falta de la peligrosísima etapa del "muro" que se disputará mañana.