En pleno Alto del Moncalvillo, el
Red Bull - BORA - hansgrohe decidió pasar a la acción. Empezando por
Daniel Martínez, seguido de
Aleksandr Vlasov y culminado por un extraordinario
Primoz Roglic, dominaron por completo la 19ª etapa y dejaron prácticamente sentenciada la clasificación general final de la carrera y el maillot rojo.
Tras una serie de errores estratégicos en la
Vuelta a España 2024, como la sorprendente derrota por cinco minutos ante Ben O'Connor en la 5ª etapa, el equipo ofreció una actuación que acalló a los críticos y reafirmó su dominio.
Red Bull y Roglic reinan
La temporada no ha sido buena para el Red Bull - BORA - hansgrohe. Su debut en el Tour de Francia bajo la bandera de Red Bull se vio empañado por la mala suerte, ya que tanto Roglic como Aleksandr Vlasov sufrieron lesiones y no consiguieron ni una sola victoria de etapa. La remodelación del equipo y el fichaje de Roglic parecieron decepcionar, hasta ahora.
La 19ª etapa fue diferente. Decidido a dar la campanada, el Red Bull - BORA - hansgrohe tomó el control desde el principio, marcando un ritmo implacable al frente del pelotón. El momento decisivo llegó al pie del Alto del Moncalvillo. Dani Martínez y Aleksandr Vlasov, fundamentales en esta etapa, impusieron un ritmo demoledor que destrozó al grupo, obligando incluso a los principales contendientes como Ben O'Connor, Enric Mas y Richard Carapaz a luchar.
A falta de unos 6 kilómetros, el trabajo de base realizado por Martínez y Vlasov permitió a Roglic mover ficha. Cuando se despegaron, con su trabajo hecho a la perfección, Roglic lanzó un ataque feroz. Era el momento que el Red Bull - BORA - hansgrohe había estado orquestando durante toda la temporada, una demostración de dominio por parte del fichaje estrella del equipo.
Roglic ya ha ganado dos etapas en la Vuelta a España de este año, pero su campaña se habría considerado un fracaso si no ganaba el maillot rojo. El esloveno, que ya se impuso en esta subida en 2020, sabía que era su oportunidad y recorrió los últimos kilómetros con una agresividad controlada que no dejó lugar a dudas sobre quién era el corredor más fuerte de la carrera. Llevaron a Roglic a la línea de meta en el momento justo, impulsándole hacia el maillot de líder a falta de sólo dos etapas.
De cara al futuro, Roglic y el Red Bull - BORA - hansgrohe intentarán repetir este estado de forma en la penúltima etapa, una bestia de 172 kilómetros entre Villarcayo y Picón Blanco. Con siete ascensos categorizados y 4.700 metros de desnivel total, esta etapa reina es donde se librará la batalla final por el maillot rojo. La temible ascensión a Picón Blanco, con una media del 9%, se perfila como la prueba definitiva. Roglic no necesita atacar, pero si detecta alguna debilidad en sus rivales, otro movimiento decisivo podría asegurarle su cuarto título de la Vuelta a España.