"¿Podría ganar con una bici antigua?": Geraint Thomas se cuestiona sobre el dominio de Tadej Pogacar

En el último episodio del podcast Watts Occurring, dos voces autorizadas del pelotón moderno, Geraint Thomas y Luke Rowe, se adentraron en un debate que mezcla historia reciente, tecnología y mito competitivo: ¿hasta qué punto el avance material ha redefinido el ciclismo profesional? ¿Podría un supercampeón como Tadej Pogacar seguir ganando si montara una bicicleta de hace una década?

Thomas lanzó la chispa inicial con una duda que, más que técnica, parecía filosófica: “¿Qué diferencia hay entre las bicis modernas? ¿Podría ganar Pogi con una bici antigua?”. Una cuestión sencilla en la superficie, pero que añadió capas de reflexión sobre el ciclismo contemporáneo.

Rowe no tardó en fijar posición. Para él, la evolución en las bicicletas durante los últimos años ha sido tan profunda que ni siquiera un talento como el esloveno podría compensarla con sus piernas y su instinto.

“Hay una gran diferencia, incluso entre la bicicleta con la que ganaste el Tour y la de Pogi. El avance que han experimentado las bicicletas en los últimos cinco u ocho años es enorme. Pogi no ganaría con una bicicleta de hace diez años, ni siquiera de hace cinco”, aseguró, subrayando el papel esencial de la innovación en el rendimiento.

Thomas, sin embargo, matizó la visión, planteando que el margen competitivo que posee Pogacar quizá podría sostenerlo incluso con una máquina menos avanzada: “Hoy en día tiene tanta ventaja. Así habría más igualdad de condiciones”, reflexionó, insinuando que su superioridad física y táctica es tan grande que podría nivelar gran parte del déficit tecnológico.

Rowe no dio su brazo a torcer. Para él, tres semanas de esfuerzo continuo acabarían por castigar la desventaja mecánica: “La acumulación de 21 días sería suficiente para doblegarle”, argumentó con firmeza.

La conversación derivó entonces hacia la comparación inevitable: Pogacar frente a Vingegaard, los dos grandes colosos del ciclismo actual. Y en ese terreno, Thomas fue claro: “No, sí, no creo que le ganara el Tour a Jonas si llevara una equipación vieja como esa”, admitió, imaginando un escenario en el que la máquina podría inclinar la balanza a favor del danés.

Rowe cerró el intercambio reforzando su tesis inicial y dejando una conclusión contundente: “Cuanto más lo piensas, más imposible es. La tecnología ha avanzado demasiado”. Una frase que resume el debate y reivindica el papel del progreso técnico en un deporte donde cada vatio y cada gramo cuentan.