Philippa York, sobre el rendimiento de Pogacar en el Galibier: "Está siendo tan bueno como en el Giro"

La cuarta etapa del Tour de Francia 2024 abrió la pelea por la clasificación general. En la subida al mítico Col du Galibier, Tadej Pogacar inició un ataque que Jonas Vingegaard pudo seguir relativamente hasta el momento de coronar, pero al que con el descenso hacia la meta el esloveno terminó de noquear. Como resultado, la estrella del UAE Team Emirates le saca 50 segundos al danés, que es 3º cinco segundos por detrás de Remco Evenepoel.

"En cualquier caso, Tadej Pogacar aprovechó su oportunidad tras una épica demostración de su equipo de cómo se corre una etapa corta de montaña cuando tienes al corredor más fuerte de la carrera", dijo Philippa York en un análisis para Cyclingnews. "De nuevo, sólo Vingegaard tuvo capacidad de reacción y, aunque no pudo alcanzar del todo el rebufo de su rival, al menos demuestra que está a un nivel no muy lejos de su mejor nivel. Una recuperación notable si se tiene en cuenta que hace unos meses estaba muy lesionado y que ésta es su primera carrera desde abril".

Sin embargo, esto es el Tour, y la victoria en la gran vuelta está ahora en juego. Aunque en la subida no hubo grandes diferencias, el esloveno abrió una brecha en un terreno en el que Vingegaard suele ser más fuerte: la altitud. Pogacar prosperó en la ascensión al Galibier y asestó un importante golpe (tanto en tiempo como psicológico) a su rival. "En el espacio de esos últimos 500 metros del Galibier, creo que vimos la situación actual de todos en ese grupo delantero".

"Pogacar es tan bueno como lo fue en el Giro. Evenepoel y Vingegaard son parecidos aunque sus características escaladoras difieren. Y luego están Carlos Rodríguez y Juan Ayuso, con Primoz Roglic colgando por detrás", añade.

Sobre el incidente Almeida-Ayuso, York no sacó ninguna conclusión del gesto, como también dijo el UAE Team Emirates: "No le di demasiada importancia a que Almeida llamara a Ayuso al frente en los últimos kilómetros del Galibier. Es más probable que Ayuso se quedara clavado en su posición mientras el portugués se escapaba cuando Yates había hecho su trabajo. Nadie que se encontrara en la cuneta en ese punto parecía realmente cómodo".