No es ninguna sorpresa que
Peter Sagan no lleve hoy en día la misma llama que llevó encendida a lo largo de la década de 2010, pero en una entrevista brutalmente honesta admite que está listo para pasar página en su carrera ciclista, abrazar la retirada y que está en paz con ello.
"Tengo suerte de no haberme caído todavía. Pero he estado mejor en el
Tour de Francia antes. Seguiré adelante, una semana más, y veré qué puedo cambiar todavía aquí. El Tour aún no ha terminado", dijo Sagan a Het Laatste Nieuws. "Si no corriera el Tour, ahora mismo no formaría parte del ciclismo. Lo dejaré cuando llegue el momento. Ahora tengo que correr el Tour. Eso vale para todas las demás carreras que ya he corrido este año".
El ex campeón del Mundo ha estado en lo más alto de este deporte, una auténtico rockstar, símbolo del Tour de Francia, tres veces campeón del Mundo y mucho más. En los últimos años, con la aparición de una nueva generación y el desvanecimiento de la progresión natural, el eslovaco se ha encontrado en una posición muy diferente. El corredor de 33 años tiene contrato con
TotalEnergies hasta 2024, pero ha declarado que lo más probable es que la próxima temporada sólo se dedique a preparar la carrera olímpica de bicicleta de montaña.
"Todos somos personas diferentes, corremos por motivos distintos. Estoy agradecido por lo que he conseguido en mi carrera. Siento que he conseguido resultados increíbles, me he sacrificado mucho para ello. Mucha gente me ha ayudado. Pero seguir sacrificándome año tras año, ya no puedo hacerlo", afirma. "Porque, ¿qué va a cambiar? Es hora de pasar página".
Sagan ha conseguido casi todo lo que ha podido como corredor de su tipo en el ciclismo profesional, pero por muy en forma que se encuentre ahora, sólo una victoria en el Tour de Francia o quizá un triunfo en la Milán-San Remo (que ha eludido su palmarés) podrían relanzar su carrera. Sin embargo, es poco probable que eso ocurra, aunque Sagan admite que está en paz con ello, ya que ha continuado en el pelotón durante los últimos años porque temía tener remordimientos si se retiraba demasiado pronto.
"Llegué al punto límite hace tres años. Pero entonces era demasiado bueno para dejarlo. En aquel momento me habría arrepentido. Ahora estoy en paz conmigo mismo. Cuando tenía 18 años, me alegré de no tener que ir más a la escuela. No quería volver. Ahora tengo 33 y tampoco quiero volver al ciclismo. Lo disfruté, pero ya está bien", concluye.