Remco Evenepoel atacó en la última subida de la décima etapa del
Tour de Francia y en un primer momento nadie saltó a por él. En Visma pasaron y Pogacar pasó. La pregunta es: ¿se lo toman en serio para ganar la carrera?.
Reflexionando sobre la décima etapa y la primera semana en su conjunto, el dúo de Sporza formado por Renaat Schotte y
José De Cauwer comenzó analizando al nuevo portador del maillot amarillo, Ben Healy. "Ya nos sorprendió con aquella victoria de etapa, que fue destacada, y ahora lo vuelve a hacer, junto a sus compañeros Sweeny y Baudin. Han dado un golpe de efecto, y ha funcionado. Fue una ejecución brillante", comenta De Cauwer.
No obstante, tanto De Cauwer como Schotte consideran que Healy es más bien un líder circunstancial que una amenaza real para la victoria en París. "Será complicado. Este era su momento, quizá aguante un día más, pero cuando lleguen las verdaderas montañas, tendrá que ceder. Aun así, ya ha vivido su día de gloria", señala De Cauwer. "Ha gastado demasiadas energías. Esto no es una apuesta por la general, es una apuesta total, a todo o nada. Y con éxito, hay que decirlo".
En la décima etapa fue el equipo Visma | Lease a Bike quien tomó la iniciativa al frente del grupo de favoritos. En muchos sentidos, parecía una clásica de un día, con el equipo aplicando nuevamente su discutida estrategia del desgaste", apunta Schotte. Sin embargo, De Cauwer no quedó convencido. "Parecían perjudicar tanto a Vingegaard como a Pogacar", responde.
A pesar del esfuerzo del Visma en estas primeras diez etapas, Vingegaard se encuentra a 1:17 de Pogacar y a 17 segundos de Evenepoel. Los analistas belgas se muestran intrigados por la aparente indiferencia tanto del danés como del esloveno hacia el ciclista del Soudal - Quick-Step, como se evidenció en su falta total de reacción cuando Evenepoel intentó atacar en la última subida.
Remco no entró en meta con Pogacar y Vingegaard.
¿Pasan de Evenepoel?
"Si me preguntan a mí, cuando vi que Vingegaard podía haber soltado a Evenepoel al final —y no lo hizo—, entonces o no se atrevió, o no pudo, o simplemente no le importó", reflexiona De Cauwer. "O tal vez percibió algo que nosotros no vimos: que Remco ya iba al límite, y por eso no se molestó en perseguirlo. Quizá sabía que acabaría volviendo solo".
Al final, Evenepoel cruzó la meta ligeramente rezagado, perdiendo seis segundos con respecto a Pogacar y Vingegaard. "Podría haber perdido mucho más, seamos sinceros. Si Pogacar hubiera querido defender el amarillo a toda costa, Remco habría cedido medio minuto, incluso con Vingegaard a rueda", asegura De Cauwer. "Pero está claro que aún no están centrados en las grandes montañas. Fue una etapa de transición, pero nos ha dejado algunas pistas".
"Seguimos asistiendo —más que nunca, incluso— a una batalla por el primer y segundo puesto. ¿Quién será tercero? En teoría, Remco Evenepoel. Ya recibió un primer aviso de Vingegaard en la contrarreloj", concluye De Cauwer.