¿Cuánto come un ciclista profesional durante el Tour de France? Es una de las preguntas que más intriga a los aficionados, y la respuesta varía mucho según el corredor y la jornada de competición.
Velon recopila algunos de estos datos de los propios corredores a lo largo de la carrera, incluido
Tadej Pogacar, y ha desvelado cuántos carbohidratos y proteínas consume el campeón del mundo en una etapa de montaña.
Cada vez más ciclistas tratan la nutrición como un factor absolutamente clave. Entrenar el estómago para absorber grandes cantidades de carbohidratos ayuda a sostener las reservas energéticas y ha sido una de las mayores evoluciones del alto rendimiento en los últimos años.
Esto implica que, a diario,
los corredores del Tour ingieren una cantidad enorme de alimentos, ya sea en calorías, carbohidratos o proteínas, para mantener el nivel día tras día en un entorno de dificultad extrema.
La ingesta depende del perfil de etapa. Mucho se ha hablado del “mágico” 120, la cifra de gramos de carbohidratos que algunos corredores ya asimilan por hora, pero se reserva para jornadas o momentos muy específicos, porque es exigente para el estómago y poco sostenible a largo plazo. En días suaves, el gasto energético es menor. Aun así, en la gran ronda los ciclistas pueden llegar a consumir entre 6000 y 8000 calorías diarias, algo extensible a las otras grandes vueltas.
Tadej Pogacar, campeón del mundo y de Europa de ciclismo
La nutrición de Pogacar
Según Velon, en una etapa de montaña de cinco horas del Tour de France, Pogacar consume alrededor de 1200 gramos de carbohidratos y 150 gramos de proteínas. El reparto por momentos del día es el siguiente:
- Desayuno: 230 g de carbohidratos; 25 g de proteínas
- Previa a la salida: 30 g de carbohidratos; 1 g de proteínas
- Durante la etapa: 460 g de carbohidratos; 4 g de proteínas
- Postmeta: 480 g de carbohidratos; 120 g de proteínas
Este desglose ofrece un vistazo valioso a los hábitos de un corredor en la absoluta élite, y permite dimensionar qué exige alimentar el cuerpo al máximo nivel. Los deportistas deben repetir este proceso a diario, y la alimentación en sí misma es una parte clave del entrenamiento de la que rara vez se habla.
Los técnicos de los equipos rivales conocen estas cifras y las aplican a sus corredores, naturalmente, pero se extraen conclusiones interesantes. El desayuno suele ser la comida con mayor densidad de grasa del día; justo antes y durante la etapa se opta por alimentos con muy poca o ninguna proteína, centrando casi todo en los carbohidratos. Ingerir 460 g en una etapa de 5 horas equivale a una media de 92 gramos por hora.
Tras la etapa es clave la reposición inmediata al cruzar meta, seguida de una comida postcarrera y una cena abundante, donde se concentra la gran mayoría de la proteína diaria, fundamental para la recuperación. Estos planes se entrenan durante la temporada y se prueban e implementan en vueltas menores, una de las razones por las que los aspirantes a grandes vueltas deben competir en carreras por etapas durante todo el año, incluso si destacan en otros terrenos.