"No tengo nada que perder en este Mundial": Pauline Ferrand-Prévot se quita presión de cara a Kigali

El año 2025 ha significado un renacer en la carretera para Pauline Ferrand-Prévot, quien decidió volver a competir a tiempo completo en esta disciplina tras varios años centrada en el BTT y el ciclocross.

Su retorno no pudo ser más exitoso: en apenas unos meses ha conquistado dos de los títulos más codiciados del ciclismo femenino, el Tour de Francia Femenino y la París-Roubaix Femenina. Ahora, con esos triunfos ya en su palmarés, la gran incógnita es si la corredora francesa será capaz de completar el triplete con el Mundial en ruta.

En declaraciones a L’Équipe, la corredora no ocultó su satisfacción por el nivel mostrado a lo largo de la temporada: “Me siento bien. Estoy contento de terminar la temporada en este estado de ánimo y en esta forma física. Acabo de hablar por teléfono con mi entrenador para preguntarle cómo cree que estoy. Nunca he conseguido terminar una temporada”.

La francesa de 33 años remarcó lo especial que ha sido este 2025 para ella, el primero desde 2016 en el que ha pasado compitiendo exclusivamente en carretera. Ese cambio, reconoció, implicó una adaptación extra que no siempre resulta sencilla, sobre todo tras el cansancio físico y mental acumulado en años anteriores.

Ferrand-Prévot recordó lo duro que fue el año pasado, cuando llegó exhausta a final de temporada: “El año pasado, después de los Juegos Olímpicos, estaba cansado mental y físicamente. Me costó seguir, mientras que ahora me siento todavía bien a pesar de las victorias en Roubaix y en el Tour de Francia. Estoy un poco dubitativo, pensando que es raro seguir sintiéndome bien ahora”.

La clave, según ella, estuvo en la forma de plantear los objetivos. Mientras que en 2024 se presionó al máximo para los Juegos, donde, en sus palabras, no había otra opción que ganar, este año adoptó un enfoque distinto: “Este año, para el Tour, el objetivo era más bien prepararlo lo mejor posible y estar más libre mentalmente”.

Ese cambio de mentalidad dio frutos. Su rendimiento constante fue coronado con una actuación memorable en la subida al Col de la Madeleine, durante la octava etapa, donde cimentó el maillot amarillo que acabaría llevando hasta París.

Tras el Tour, Ferrand-Prévot apenas volvió a competir. Su única aparición fue en la Classic Lorient Agglomération el 30 de agosto. Desde entonces, ha tenido tiempo suficiente para recuperarse y llegar en plenas condiciones a Kigali, sede de los Campeonatos del Mundo.

Lejos de sentirse presionada, afronta esta cita con serenidad: “No tengo nada que perder en este Campeonato del Mundo. Es un bonus. Si rindo, genial. Si estoy un poco menos bien, no es el fin del mundo. Al fin y al cabo, sigue siendo un Campeonato con el maillot de la selección francesa, así que voy con la ambición de hacerlo lo mejor posible. Pero no hay mala presión”.

Ferrand-Prévot no estará sola en la batalla por el arcoíris. La selección francesa presentará una alineación de enorme nivel, en la que figuran la revelación del Tour de Francia Femenino Maeva Squiban, además de Cédrine Kerbaol, Juliette Labous y Évita Muzic. Junto a ellas, completan el bloque Léa Curnier y Marie Le Net, conformando un “7” con auténtico potencial para luchar por la medalla de oro.

La líder francesa lo dejó claro: “Está claro que creo que tenemos el equipo más fuerte. Puede que yo esté un poco más marcada que de costumbre, pero no soy sólo yo. También hay otras chicas muy fuertes. Será interesante ver cómo corren las holandesas. Obviamente, habrá un poco más de marcaje, pero eso podría darnos la oportunidad de enviar a alguien más delante”.