El
Tour de Francia se ha adentrado este fin de semana en los Alpes profundos y las tornas han cambiado a favor de
Jonas Vingegaard, que ha vuelto a equilibrar la balanza a su favor, ganando sólo un segundo en dos días, pero frenando la racha de ganancias de
Tadej Pogacar. El Jumbo-Visma está satisfecho con los resultados:
"Aún así, sólo diez segundos: es muy emocionante en el coche. Por supuesto que deberían haber sido diez minutos para mí, pero para los espectadores es una gran lucha. Por otra parte, preferimos estar diez segundos por delante que por detrás", declaró a Wielerflits
Grischa Niermann, DS del equipo. El Jumbo-Visma apretó el ritmo desde lejos en ambas etapas para intentar quemar la explosividad del esloveno, y la táctica puede haber funcionado.
En la 15ª etapa, hasta Saint Gervais Mont-Blanc, los dos llegaron juntos a la línea de meta sin marcar diferencias. Sin embargo, no fue por falta de intentos, ya que Tadej Pogacar atacó una vez más, y los UAE tenían los números en el final para intentar utilizar tácticas a su favor. Sin embargo, Vingegaard supo responder a todos los ataques y no permitió que los UAE se beneficiaran de ello:
"La subida final era buena para Pogacar sobre el papel, con un tramo más llano en el último kilómetro y medio y luego un tramo empinado en los últimos 400 metros. Debemos estar contentos de que Jonas haya podido mantener la rueda. Adam Yates y Marc Soler fueron enviados al frente por una razón: si Pogacar se hubiera descolgado, sin duda habrían acelerado", opina Niermann.