Nathan van Hooydonck admite que aún reflexiona en lo que podría haber sido tras su retirada obligada en 2023: "No es un pensamiento agradable"

Ciclismo
martes, 26 diciembre 2023 en 14:00
1105582602 6433317cf3139
El mundo del ciclismo quedó conmocionado en 2023 cuando se supo que Nathan van Hooydonck había sufrido una parada cardiaca al volante de su coche. Aunque su carrera profesional llegó a su fin, afortunadamente y lo que es más importante, sobrevivió.
"Pienso a menudo en lo que podría haber pasado. Cuando despierto a mi hijo por la mañana, me doy cuenta de que yo no podría haber estado allí. Ni nosotros tres. No es un pensamiento agradable", reflexiona este belga de 28 años a Sporza. "Cuando camino o voy en bicicleta, siento que mi estado ya no es el que era. Eso nunca volverá y es duro".
Tras pasar las tres últimas temporadas con el Jumbo-Visma, van Hooydonck fue un ayudante clave en los éxitos de Jonas Vingegaard en el Tour de Francia. Lamentablemente, debido a su retirada forzosa, no podrá continuar en el equipo, que se convertirá en el Visma - Lease a Bike.
"Esa sensación de mejorar es lo que más echaré de menos de ser profesional. Entrenar duro y trabajar en las prácticas, donde sabes: si bajo de esta montaña, podré hacer daño a muchos tipos en la carrera. Eso es lo más bonito que había. Esa forma física no volverá", admite con tristeza.
Van Hooydonck ya ha recibido propuestas para volver al ciclismo en un papel entre bastidores, aunque todavía no está seguro. "Mucha gente se me acerca y entonces pienso si esto o aquello es algo para mí. Mantenerme dentro del ciclismo es mi zona de confort, pero fuera de la carrera está la vida real. Pero fuera del ciclismo hay muchas cosas que me atraen y quiero averiguar si me convienen", explica. "El cuento de hadas del ciclismo ha terminado, pero ahora empieza la vida real. Tengo 28 años. Una carrera ha terminado, pero aún puedo empezar otras".
"Si quiero hacer algo con mi vida, tengo que hacerlo yo misma. También hay días en los que preferiría quedarme en la cama y también me lo permito. Si me siento así, pues es lo que hay. Pero intento hacer cosas con las que disfruto. Quizá vaya demasiado rápido y tenga que bajar el ritmo dentro de unos meses, pero por ahora intento mirar lo que me puede deparar el futuro", concluye el belga. "Como corredores estamos mimados, todo se hace por nosotros. Hacemos sacrificios porque disfrutamos haciéndolos. Cuando veo cuánta felicidad nos aporta nuestro hijo, no puedo ser infeliz. Nos da mucho amor y calor".