Eddy Merckx ha hablado en su columna semanal en Sporza de lo que piensa del mundo actual, sobre todo con las redes sociales siendo tan influyentes, y lo feliz que está de haber corrido en una época en la que no existían:
"Me alegro de que en mi época no hubiera redes sociales. Los ciclistas de hoy en día tienen aún más presión que yo por parte de la prensa. Por eso corren menos. Si corrieran tanto como yo, esa presión ya no sería sostenible".
Su hijo Axel Merckx flipa con que se magnifica tanto lo que ocurre que acaban odiando hasta al mejor del mundo en estos momentos,
Tadej Pogacar:
"Ves que eso pasa ahora con Pogacar. Gana tanto que la gente empieza a odiarle".
Y explica algo que para él no tiene ninguna explicación:
"Veía imágenes de gente abucheándole o silbándole. Eso me chocaba. Él sólo hacía su trabajo. Pero esa gente estaba enfadada porque había ganado".
El analista Jose de Cauwer, en el contexto de un reportaje homenaje a Merckx por sus ochenta años, habló de una anécdota que ejemplifica el odio de algunos a los deportistas y la falta de sentido de todo:
"Una vez fui a ver una carrera de novatos con Eddy. Axel estaba en el grupo de cabeza, pero no ganó. El padre del ganador caminaba por el otro lado, hizo gestos falsos e insultó a Eddy. Me quedé clavado en el sitio y podría haberme echado a llorar. ¿Qué puede hacer el chico?".