Maxim van Gils ha corrido cuatro veces esta temporada y ha terminado en el Top 5 en todas ellas. Ha ganado la contrarreloj de la Vuelta a Andalucía por sorpresa y se colocó tercero en una Strade Bianche que ganó
Tadej Pogacar con un ataque en solitario a 80 kilómetros de la meta. El puncheur belga lidera las ambiciones del Lotto-Dsnty en una
Milán-San Remo donde también estará Pogacar como favorito, y al que aspirará a dar la sorpresa venciéndole en el primer Monumento de la temporada.
"La primera vez la Cipressa era más importante de lo que pensaba, ahí es donde cometí un error. El año pasado estuve bien en la Cipressa, pero me pasé en el Poggio", dijo van Gils a Het Nieuwsblad. "Este año tengo que estar más delante. Si lo consigues, participarás automáticamente". El posicionamiento será clave, ya que todos los corredores intentarán ahorrar lo máximo posible y entrar lo más cerca posible de la cabeza en el Poggio di San Remo.
El puncheur de 24 años no ha mostrado más que resultados impresionantes últimamente y, tras un 34º y 38º puesto en el monumento italiano, está listo para dar el siguiente paso. Estudiar la ruta de cerca y tener experiencia es clave para rendir en esta carrera, y nos da detalles de lo que se encontrarán los corredores.
"En ese sentido, quizá sea la carrera más peligrosa. La subida a la Cipressa es aterradora. Mobiliario urbano, coches aparcados en los laterales... Esto sucede de forma natural durante la carrera, pero después es un poco chocante cuando ves lo peligroso que era todo", comenta sobre el recorrido. "Los empujones se acercan a un esprint del pelotón en el Tour".
Sin embargo, la carrera se decidirá después. Especialmente en el Poggio es donde se espera que estalle la acción y van Gils cree que es una subida perfecta para sus habilidades. "Un esfuerzo de 4,5 minutos está hecho a mi medida. Sobre todo después de una carrera tan larga. Entonces todo va un poco más lento que después de 200 ó 250 kilómetros".
Tiene una dura competencia, pero no descarta estar en la lucha por el podio. "Si Tadej Pogacar se escapa junto con Van der Poel, será difícil seguirles. Si se escapa un grupo de seis o siete corredores, sólo tengo que estar ahí".