El primer año de Matteo Sobrero como ciclista de Red Bull - BORA - hansgrohe ha sido muy positivo. Durante la mayor parte del año, el italiano trabajó como gregario de Primoz Roglic.
A pesar de que no estuvo en la Vuelta a España, Sobrero ha podido disfrutar de lo que es trabajar con Roglic en el mismo equipo. En una entrevista con Bici Pro, el corredor de 27 años se rinde ante la figura del esloveno.
"Me sentí muy bien con él enseguida, tenemos una relación excelente. Es un líder diferente a los que he tenido anteriormente, realmente tiene el carisma de un campeón", explica. "De momento todavía no estoy totalmente ligado a él, podría correr en apoyo de otros capitanes. Veremos qué pasa en diciembre, no falta mucho".
Respecto a su propio rendimiento, Matteo Sobrero asegura que ha sido un año muy largo: "Siento que he llegado al final del año agotado. Lo hablamos con el equipo. Hubo algunos pequeños errores o situaciones que es mejor no repetir. Con la llegada de Red Bull, el equipo invirtió mucho en el Tour de Francia, quizás demasiado. Nunca había estado acostumbrado a tales cargas de trabajo. Salimos el 10 de mayo, sin volver prácticamente a casa hasta la última etapa. También me perdí el campeonato italiano".
Aunque el Tour de Francia es siempre una carrera de gran importancia, este año, dada la introducción de Red Bull en el nombre del equipo y el hecho de que se esperaba que Roglic forjara un desafío viable a la victoria en la general, era más grande que nunca para Sobrero y compañía.
"Salimos para hacer algunos reconocimientos de etapa. Luego de allí nos trasladamos a Andorra para el campo de entrenamiento de altura, corrimos el Dauphiné y finalmente volvimos al campo de entrenamiento de Tigne. Una vez terminada la preparación llegó la presentación oficial de Red Bull en Austria y unos días después la salida desde Florencia", explica. "Una vez que paras, el cansancio y la fatiga te invaden".
"Todos mis compañeros de equipo que terminaron el Tour dijeron que sintieron los efectos del largo periodo de estrés. Y es algo que personalmente me llevé a la última carrera de la temporada, aunque paré entre el final del Tour y las demás carreras", añade el italiano. "Se trata de encontrar el ritmo adecuado y acostumbrarse a ciertas cargas de trabajo y estrés. Todos los equipos hacen un programa similar antes del Tour".