Matteo Jorgenson, tras no poder ayudar a Jonas Vingegaard en el Galibier: "Ha sido una experiencia de aprendizaje"

Ciclismo
miércoles, 03 julio 2024 en 11:02
matteojorgenson
Matteo Jorgenson no pudo seguir el ritmo de los mejores escaladores en la primera etapa de montaña del Tour de Francia. La sensación estadounidense se topó con sus límites en los flancos del Col du Galibier y tuvo que ceder casi tres minutos al ganador, Tadej Pogacar, en Valloire.
"Ha sido una experiencia de aprendizaje", reflexionaba después el corredor del Visma - Lease a Bike. "En el Galibier no podíamos pedalear con los mismos valores que el UAE Emirates, eso estaba claro. Yo tampoco tuve el mejor día. Tuve la sensación de que mi sillín estaba demasiado alto a lo largo de la etapa. Eso suele pasar cuando las piernas no están muy bien. Fui al coche del equipo para arreglarlo".
"Sólo he tenido un mal día dos días después de mi caída", dijo Jorgenson. También comentó que su líder, Jonas Vingegaard, había perdido algo de tiempo con Tadej Pogacar. "Lo hicimos lo mejor que pudimos. Jonas podría haberse beneficiado de un ritmo aún más alto en el Galibier para adormecer la explosividad de Pogacar. Pero no pude forzar más el ritmo. Lo siento, pero las piernas no daban para más". Aun así, Jorgenson pudo al menos terminar en el segundo grupo de favoritos, a 2:42 de Tadej Pogacar. Así, es ahora 11º en la clasificación general, con el mismo tiempo que otros escaladores como Felix Gall, Egan Bernal o Adam Yates.
La etapa de montaña en el Tour de Francia siempre es un desafío formidable, y Jorgenson, pese a su talento emergente, se encontró enfrentando la realidad de competir contra los mejores del mundo en uno de los terrenos más exigentes. El Col du Galibier, conocido por sus rampas empinadas y su altitud intimidante, pone a prueba tanto la resistencia física como mental de los ciclistas. Para Jorgenson, el desafío se vio agravado por una sensación persistente de incomodidad con su equipo, un problema que intentó solucionar durante la carrera.
La reflexión de Jorgenson sobre su rendimiento muestra una madurez y una comprensión de los rigores del ciclismo profesional. Reconocer que su equipo, Visma - Lease a Bike, no podía igualar el ritmo de UAE Emirates en ese momento específico es una admisión honesta de las diferencias en capacidad y condición del día. El ajuste del sillín, aunque puede parecer un detalle menor, puede tener un impacto significativo en el rendimiento de un ciclista, especialmente en una etapa tan exigente como la del Galibier.
El hecho de que Jorgenson mencione su caída previa sugiere que sus problemas del día podrían estar relacionados con un proceso de recuperación incompleto. Las caídas pueden tener efectos duraderos en los ciclistas, tanto físicos como psicológicos, y recuperar el ritmo y la confianza puede tomar tiempo. A pesar de esto, su determinación de seguir adelante y su capacidad para terminar en un grupo fuerte de favoritos subraya su tenacidad y potencial futuro.
El Tour de Francia no solo es una prueba de velocidad y resistencia, sino también de estrategia y trabajo en equipo. Jorgenson señala que su líder, Jonas Vingegaard, podría haber beneficiado de un ritmo diferente, destacando la importancia de las tácticas en equipo en estas etapas. La incapacidad de Jorgenson para mantener un ritmo más alto para apoyar a su líder refleja las complejidades y las demandas del ciclismo en equipo. Cada ciclista tiene un papel que desempeñar, y las dinámicas internas pueden ser cruciales para el éxito general.
Terminar en el segundo grupo de favoritos, a pesar de los desafíos, es un testimonio del talento y la capacidad de Jorgenson para competir al más alto nivel. Estar en la misma clasificación que ciclistas destacados como Felix Gall, Egan Bernal o Adam Yates es un logro significativo y sugiere que, con más experiencia y quizás un poco más de suerte en términos de salud y equipo, puede aspirar a resultados aún mejores en el futuro.