En el vibrante telón de fondo de la
Gante-Wevelgem, las miradas del mundo ciclista se posan, sin duda alguna, en la figura imponente de
Mathieu van der Poel, campeón del mundo. Su reciente hazaña en solitario en la E3 Saxo Classic solo ha avivado más las expectativas sobre él. Sin embargo, en medio del clamor por su nombre, se revela una realidad que destaca la fuerza colectiva del equipo
Alpecin-Deceuninck con
Jasper Philipsen como el otro gran favorito a ganar la clásica.
Van der Poel, consciente del peso que su éxito proyecta sobre la carrera, no se deja llevar por el exceso de confianza. "Estaría bien, pero por desgracia no es tan fácil", admite con humildad. Esta modestia revela una comprensión profunda de las complejidades inherentes a la competición en el mundo del ciclismo de élite.
Antes de la partida, el análisis meticuloso del terreno por parte de Van der Poel revela una estrategia afinada. Reconoce la dificultad que encarna la Gent-Wevelgem, una carrera que aún no ha marcado en su lista de triunfos, a pesar de su impresionante historial. "Sería bonito ganar esta carrera, pero por desgracia no es tan fácil. No obstante, lo intentaremos", afirma con determinación.
La mención del Kemmelberg, un tramo crucial en la ruta, y el viento favorable que favorece la formación de abanicos, subraya la naturaleza impredecible y desafiante de la competición. Van der Poel no subestima estos obstáculos, reconociendo la necesidad de luchar arduamente para mantenerse en la cabeza del pelotón.
¿Qué papel desempeña el equipo Alpecin-Deceuninck en esta contienda? Van der Poel señala la importancia de la cohesión y el apoyo mutuo en el seno del equipo. "Depende de dónde te sientes, pero si estás en posición de hacerlo con el equipo definitivamente no deberías dejarlo", comenta. Esta declaración refleja la mentalidad colaborativa que impulsa al equipo hacia el éxito.
Aunque Van der Poel se presenta como el principal candidato para la victoria, su enfoque prudente revela una actitud de respeto hacia la carrera y sus competidores. "Sobre todo tengo que esperar a ver cómo están las piernas después del viernes", admite, reconociendo la fatiga acumulada tras la E3 Saxo Classic. Sin embargo, su anticipación es palpable, alimentada por la confianza en el equipo. "Tenemos varias cartas que jugar con el equipo y eso también hace que sea una carrera más fácil para mí", concluye.