La
Vuelta a España 2025 se vio sacudida por un episodio inesperado durante la 11ª etapa, cuando protestas pro-Palestina cerca de la meta en Bilbao obligaron a la organización a suspender la etapa a solo 3 kilómetros de la llegada.
La controversia generada por este hecho no solo afectó a los corredores, sino que también puso en el centro del debate la influencia de la política en el deporte.
Carlos Verona, ciclista del
Lidl-Trek, ofreció declaraciones que reflejan la preocupación que muchos ciclistas y aficionados sienten cuando el deporte se ve atrapado por los vaivenes de la actualidad política.
Verona, quien es conocido por su rol de gregario y su capacidad para ayudar a sus compañeros en las grandes vueltas, expresó su malestar por la interferencia de la política en una jornada deportiva. "Es una pena que la política interfiera en una etapa como hoy", afirmó con pesar.
Como ciclista, su enfoque siempre ha sido el de mantener la neutralidad del deporte, donde los atletas se concentran en su rendimiento sin verse arrastrados por cuestiones ajenas a la competición. "Soy partidario de intentar mantener el deporte de la manera más neutral posible. Todo el mundo tiene derecho a hacer una protesta, pero que no interrumpa el trabajo de otros", añadió Verona, defendiendo el derecho a la protesta pero subrayando la importancia de no afectar la integridad de la carrera.
La complicada situación para los corredores del equipo Israel
Verona fue contundente en señalar que las protestas no deberían poner en riesgo la seguridad de los competidores ni interrumpir el curso de eventos como la Vuelta a España, que son seguidos por millones de personas.
A medida que los corredores se aproximaban a la meta en Bilbao, la organización de la Vuelta les comunicó que, debido a la situación en las calles, no podían garantizar la seguridad de los ciclistas en la zona de llegada.
Carlos Verona dio claramente su opinión sobre las manifestaciones contra Israel
En sus propias palabras, Verona relató el momento crítico: "Después del segundo paso por el vivero, a veinticuatro kilómetros de meta, nos han explicado a los corredores que en meta no se podía garantizar la seguridad y que se daba por concluida la etapa a tres kilómetros de meta".
Uno de los puntos más interesantes que Verona destacó fue la discusión interna que surgió en el pelotón, particularmente con los corredores del Israel - Premier Tech, quienes se vieron directamente afectados por las protestas debido a la naturaleza del conflicto. "Hubo discusiones en el pelotón sobre la continuidad en la carrera del Israel - Premier Tech, y los corredores del equipo israelí son los primeros que no quieren ser parte de esta problemática", reveló Verona.