El recuerdo de
Mathieu Van der Poel del Mundial de Wollongong no va a ser feliz. Los problemas legales del holandés se han solucionado, pero el hotel en el que se alojó tiene graves problemas.
Los aficionados de todo el mundo se están uniendo y calificando al hotel como horrible. La calificación del hotel ha bajado considerablemente tras ser bombardeado con críticas de una estrella. Algunas reseñas incluyen "muy ruidoso", "niños corriendo en el pasillo", "no recomendable" y "llama a la policía si te arruina el sueño" son algunas de las reacciones.
Aunque el hotel aún no ha hecho pública la declaración tras la vista, Van der Poel ha llegado sano y salvo a su casa. Podría haber sido obligado a permanecer en Australia hasta el 23 de octubre, pero se declaró culpable y recibió una multa, tras lo cual se le permitió abandonar el país.