El Mundial de Wollongong fue más que una pesadilla para
Mathieu van der Poel, pero la situación, por suerte para el holandés, no ha pasado a mayores, ya que este lunes podrá regresar a su país.
Tras verse involucrado en un altercado con dos chicas jóvenes en el hotel en el que se alojaba el equipo holandés la noche anterior a la carrera de élite en carretera, el corredor del Alpecin-Deceuninck fue detenido y pasó la mayor parte de la noche en la cárcel. Se le retiró el pasaporte y las fuentes indicaron que podría pasar hasta seis semanas en Australia a causa del incidente.
Van der Poel tuvo una desastrosa crono de relevos mixtos en el que dos de sus cuatro compañeros se estrellaron o sufrieron problemas mecánicos, lo que no permitió al equipo luchar por las medallas. Y en la carrera en ruta abandonó poco después de la salida, dejando a Australia con las manos vacías, pero quizás también con la cartera vacía, ya que tuvo que pagar unos 1000 euros de multa por los altercados, en los que se dice que empujó a dos adolescentes en el pasillo del hotel después de que llamaran repetidamente a su puerta.
Sin embargo, el juicio se trasladó del martes al lunes a petición de su abogado, que también espera una absolución. En cualquier caso, Van der Poel debe haberse quitado un gran peso de encima, ya que se le devolvió el pasaporte y podrá volar de vuelta a Holanda junto con el resto de la comitiva holandesa.