El
Giro de Italia 2025 arrancó con un golpe inesperado para el
Soudal Quick-Step: su jefe de filas para la general,
Mikel Landa, sufrió una caída a cinco kilómetros de la meta en la etapa inaugural y abandonó con una fractura vertebral. El incidente no solo deja fuera de combate al veterano vasco, sino que trastoca los planes del equipo tanto en lo deportivo como en lo estratégico y económico.
“Nos afecta a todos: al equipo, a mí y sobre todo a Mikel, que ahora enfrenta una larga rehabilitación”,
—
Jurgen Fore, director general del Soudal Quick-Step.
Foré lamenta que la baja de Landa representa una pérdida importante de puntos UCI y visibilidad para los patrocinadores, además de ser un duro revés personal para el corredor de 35 años, quien tenía grandes aspiraciones para el verano.
Aunque la caída fue catalogada como “incidente de carrera”, Foré pone el foco en un tema que sigue siendo espinoso: la seguridad de los ciclistas en determinadas secciones del recorrido. “Una simple red de esquí habría evitado que Mikel se deslizara contra el borde de hormigón. Las consecuencias podrían haber sido mucho menores.”
La zona del accidente —una chicane técnica en un tramo estrecho— era conocida como punto crítico. Foré asegura que, al igual que en muchas carreras flamencas, esa sección debió haber estado protegida para evitar lesiones graves.
El golpe no afecta solo al Giro. Landa era pieza clave en el tren de montaña para apoyar a Remco Evenepoel en el Tour de Francia. Su participación parece descartada, y ahora el equipo estudia opciones alternativas:
- Valentin Paret-Peintre podría ser rescatado tras no participar en el Giro.
- Cattaneo, Van Wilder, Schachmann y Vansevenant podrían liderar en la alta montaña.
- Dries Van Gestel, en recuperación de fracturas, estaría encargado de proteger a Evenepoel en el llano.
“Ya hemos tenido diez corredores con fracturas este año. La seguridad sigue siendo un tema crítico en el ciclismo”, subraya Foré.