Primoz Roglic ha ganado su cuarta
Vuelta a España, igualando a
Roberto Heras, así que para muchos ya es el mejor de la historia de la carrera. Pero lo cierto es que el idilio del salmantino con la prueba duró más años que el del esloveno (más allá de su bochornoso final).
Heras, el escalador que surgió del Kelme y acabó siendo gregario de lujo de Lance Armstrong en US Postal, dio positivo por EPO en la penúltima etapa de la Vuelta 2005, la última que ganó. En una demostración de lo mal que funciona la lucha antidopaje en España, se cometieron numerosas irregularidades que provocaron que al de Béjar se le acabara volviendo a dar la Vuelta como ganada en el año 2012 y se le indemnizara con más de 700.000 euros.
Sí, dio positivo. Sí, debió ser sancionado y lo fue, pero hubo defectos de forma y Roberto tiene 4 Vueltas en su haber. Así, suma 4 entorchados además de 10 etapas, un segundo puesto, un tercero, un cuarto y dos quintos. 9 participaciones y nunca bajó de la quinta plaza, algo histórico se mire como se mire.
Los números de Roglic, que nadie lo dude, son impresionantes. Ha ganado 15 etapas, ya acumula cuatro generales, el año pasado fue tercero y en 2022 abandonó por una caída cuando luchaba contra Remco Evenepoel por ganar la carrera. Tremendo. Pero no llega a los números de Heras. Cuestión de participaciones. Si alguien cree que Roglic es mejor, está en su derecho, pero, números en mano, en gran parte gracias a los Tribunales Antidopaje españoles, nadie supera a Roberto.
Por cierto, un Roberto Heras defenestrado por la prensa y la opinión pública: en España depende de quién seas se te permite doparte y seguir siendo amado o no. Ley de vida...