Salieron 7 ciclistas de Movistar Team a la París-Roubaix y al velódromo no llegó ninguno. El jefe de filas, Iván García Cortina, que buscaba un gran resultado tras su top 10 en el Tour de Flandes de una semana antes, salió dando espectáculo y entrando muy arriba en Aremberg, pero pronto se dio cuenta de que no iba.
"Cara o cruz. Sabíamos como llegábamos después de estar esta semana enfermo y con antibiótico hasta ayer, las cosas podías salir bien o mal.Intenté jugar mis cartas de la mejor manera, entrando bien posicionado en Haveluy , después anticiparme un poco y de verme entrando por delante del grupo en Aremberg a salir bastante más atrás", comentó el asturiano en sus redes.
De verle muy arriba pasamos a no verle en absoluto en pantalla. Ni rastro de él en los siguientes tramos y, claro, había una explicación: "A partir de ahí el cuerpo no quiso darle vuelta y tras unos tramos en agonía sin poder apenas seguir el grupo en el que iba, no conseguí volver a estar. Finalmente tras ver que el cuerpo no respondía y que básicamente no podía más me pare muy a mi pesar".
Cortina lamentaba que tras su gran actuación en De Ronde (noveno) una semana antes, esperaba dar más, pero no pudo ser: "Tras Flandes me hubiera gustado mucho mucho haber terminado con mejor sabor de boca esta parte de las clásicas pero milagros en estas carreras hay muy pocos y no pudo ser".
"Ahora unos días de recuperación para darle vuelta y ya con la vista puesta en los próximos objetivos. Esto no para. Muchas gracias a todos por los ánimos y seguimos en la pelea", finalizaba el de Gijón.