Este sábado, Tadej Pogacar volvió a hacer historia. El esloveno se convirtió en el primer ciclista de todos los tiempos en ganar la Strade Bianche como vigente campeón del mundo. Además, también fue el primero en ganar dos seguidas, defendiendo el título del año anterior. Pero esta vez no fue tan fácil como la de 2024.
El año pasado, la estrella de UAE Team Emirates XRG se llevó la carrera con un ataque en solitario a 80 kilómetros de meta. En 2025, el esloveno ha mostrado su única debilidad que puede darle victorias a su rivales: caerse. Esa es la realidad. Para ganar a Pogacar dependes exclusivamente de la suerte. Así ocurrió en 2023 con su caída en Lieja, que le hizo llegar al Tour de Francia sin estar su mejor nivel.
Pogacar sufrió una dura caída a 50 km de meta en esta Strade Bianche. Lo hizo cuando lideraba junto a Tom Pidcock y Connor Swift. A pesar de las visibles heridas y abrasiones por todo su cuerpo, el esloveno volvió a la carrera. Y no solo eso, si no que terminó ganando con un ataque a 19 km del final que dejó sentado a Pidcock.
Con un Tom Pidcock más ambicioso, quizás Tadej Pogacar no habría podido ganar la Strade Bianche. Al británico se le criticó por conservador. Y lo acabó pagando en el penúltimo sector de sterrato. Cuando el esloveno había recuperado las fuerzas, la estrella del Q36.5 no pudo responder.
Por eso mismo, la conclusión que se saca de la Strade Bianche es que dependes de la suerte para ganar a Tadej Pogacar. El principal rival del esloveno es él mismo. Son sus caídas las que muestran su versión más débil (y aún así puede ganar carreras lleno de abrasiones).
Así que, en carreras donde es favorito y quieres ganarle, como ya se ha dicho, vas a tener que depender de la suerte. Pogacar ha crecido tanto como ciclista que llegar a la conclusión de que su única "debilidad" es caerse muestra lo invencible que es en estos momentos.